Muchos agricultores urbanos prefieren los fertilizantes orgánicos a los químicos por varias razones. Aunque los fertilizantes orgánicos pueden tardar más en liberar sus nutrientes, le ofrecen a usted y a su jardín muchas ventajas:
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Los fertilizantes orgánicos alimentan el suelo al suministrar nutrientes a los microbios que ayudan a mantener un ecosistema de suelo saludable y equilibrado. Estos microbios ayudan a combatir los organismos patógenos, suministran nutrientes secundarios y micronutrientes y crean humus que ayuda con la absorción de agua y nutrientes.
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La mayoría de los fertilizantes orgánicos proporcionan una liberación lenta y constante de nutrientes a las plantas. Alimentan a las plantas con el tiempo y no les dan solo una inyección rápida de nutrientes.
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Los fertilizantes orgánicos están más disponibles que nunca.
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Los fertilizantes orgánicos pueden ser gratuitos, si elabora sus propios tés y abono.
Los mayores beneficios de los fertilizantes químicos son que vienen en forma granular y líquida, están ampliamente disponibles y tienden a ser menos costosos que los fertilizantes orgánicos fabricados. Sin embargo, muchos evitan su uso por las siguientes razones:
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Los fertilizantes químicos no agregan materia orgánica ni alimentan los microorganismos del suelo. Los fertilizantes químicos son como tomar una pastilla de vitaminas, mientras que los fertilizantes orgánicos son como comer una buena comida.
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La mayoría de los fertilizantes químicos actúan rápidamente y no tienen ningún poder de permanencia para alimentar a las plantas con el tiempo. La excepción es el fertilizante de liberación prolongada que libera sustancias químicas lentamente en el suelo con el tiempo. Usted agrega estos pequeños gránulos alrededor de las plantas y en contenedores, y cuando los riega o cuando cae la lluvia, los gránulos liberan químicos. Pero todavía no aportan materia orgánica.