Ya sea que sus vacaciones ecológicas lo lleven a una ciudad bulliciosa en Japón o un pequeño pueblo en la Patagonia, asegúrese de que sus principios ecológicos se vean gastando su dinero para apoyar a las empresas y comunidades locales. Haz tu parte por
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Comer en restaurantes locales que compran su comida localmente: comer productos locales reduce la distancia que los alimentos tienen que viajar y apoya a los agricultores y la economía locales. Y además, no hay nada más delicioso que comer pescado fresco directamente del barco de pesca (en algunos restaurantes junto a la playa, incluso puedes ver entrar los barcos) y carne y verduras del granjero local.
Opte por la cocina local en lugar de comer en cadenas de comida rápida.
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Desplazarse en transporte público local, caminar o alquilar bicicletas en lugar de vehículos (cuando sea posible): si tiene energía y le encanta el aire libre, incluso puede basar todo su viaje en una actividad autopropulsada favorita, como el senderismo, andar en bicicleta, montar a caballo o en kayak. Todas estas opciones, desde la tarifa que paga en el autobús local hasta el costo del alquiler de su bicicleta, caballo o kayak de un proveedor local, respaldan la economía local.
Si necesita conducir, alquile un automóvil híbrido de bajo consumo (muchas de las principales agencias de alquiler los tienen en sus flotas) o elija el automóvil que tenga la mejor calificación de economía de combustible (este suele ser el vehículo más pequeño posible que se adapta a sus necesidades). ). Siempre intente utilizar primero una agencia de alquiler local.
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Uso de guías locales: muchas áreas tienen programas locales de capacitación o certificación, por lo que siempre busque guías calificados. Los lugareños también brindan excelente información privilegiada sobre el lugar que estás visitando.
Deje que los guías locales muestren sus lugares de origen.
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Comprar productos y artesanías de fabricación local: Evite las grandes tiendas para turistas que hacen copias baratas o que venden productos importados de otros lugares. En su lugar, pruebe los mercados locales. Aunque puede ser divertido intercambiar (¡una vez que lo domines!), Evita ser demasiado agresivo, ¡y siempre mantén tu sentido del humor!
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Apoyando proyectos locales: Dedique fondos o parte de su tiempo (¡o ambos!) A proyectos como clínicas de salud, escuelas u otras causas apropiadas.
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Comprar alimentos en los mercados y tiendas locales: si ve una fila de gente local fuera de una tienda, averigüe de qué se trata y únase a ellos. (La única advertencia aquí es abstenerse de comprar ciertos productos básicos que escasean localmente; no desea restringir aún más el suministro, lo que puede aumentar el precio para la población local).
Crédito: Corbis Digital Stock
Encuentra recuerdos y baratijas hechos por artesanos locales.
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Visitar los cafés y bares locales en lugar de permanecer en el hotel o en las áreas turísticas: solo asegúrese de que las áreas locales se consideren seguras para los visitantes antes de pasear por ellas. (Ser asaltado es definitivamente una decepción cuando estás de vacaciones).