Comprender las fases de temperatura y manejar una pila de abono caliente le ayuda a producir abono utilizable rápidamente. Todos los materiales eventualmente también se descomponen en pilas de compost frío y no manejado, pero la descomposición ocurre más rápido con temperaturas más altas. Además, si necesita destruir semillas de malezas o patógenos de plantas durante el proceso de compostaje, es esencial crear una pila caliente.
A continuación se ofrecen algunos consejos para trabajar con una pila caliente:
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Toma su temperatura: Usa un termómetro de abono para tomar la temperatura de tu pila todos los días. Regístrelo en una libreta o en una hoja de cálculo y, con el tiempo, tendrá una idea de cuánto tiempo toman las diferentes fases con sus ingredientes y métodos de compostaje.
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Tamaño adecuado: las pilas de compost requieren masa para autoaislarse y mantener altas temperaturas durante el compostaje termófilo. El tamaño mínimo es de 3 x 3 x 3 pies (1 yarda cúbica o 1 metro cúbico) hasta 5 x 5 x 5 pies (1,5 metros cúbicos). Este tamaño permite que el material se aísle por sí mismo y es fácil de girar para un jardinero típico. Los tamaños más grandes inhiben el flujo de aire hacia el centro de la pila.
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Voltee, mezcle y riegue: Las temperaturas bajan a medida que se agotan los suministros de alimentos, aire y agua. Girar la pila para que se airee, mezclar los ingredientes no descompuestos en el exterior con el centro y / o agregar humedad puede estimular el aumento de la temperatura y promover una descomposición más rápida. En algún momento, los suministros de alimentos se agotan y voltear la pila ya no aumenta las temperaturas.
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Destruya los patógenos y las semillas de malezas: la mayoría de los patógenos de las plantas se destruyen si las temperaturas se mantienen entre 130 y 140 grados Fahrenheit (54 a 60 grados Celsius) durante 72 horas. La mayoría de las semillas de malezas se destruyen si se exponen a temperaturas superiores a 131 grados Fahrenheit (55 grados Celsius) durante 72 horas.
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No se sobrecaliente: no se recomienda calentar la pila por encima de los 77 grados Celsius (170 grados Fahrenheit) durante más de unas pocas horas porque inhibe la mayor parte de la actividad microbiana y detiene el proceso de descomposición.
Si la pila está demasiado caliente, gírela para airear el núcleo y liberar la acumulación de calor.