Si trabaja en una oficina, puede llevarse sus principios ecológicos e intentar que formen parte de la cultura laboral. El simple hecho de hablar con sus compañeros de trabajo sobre los problemas ambientales y cómo reducir el impacto que tiene en el planeta puede generar un efecto positivo. Pero luego tienes que actuar. Reúnase con colegas para discutir formas de cambiar las cosas y luego acuda a su supervisor con sus sugerencias.
Ser ecológico puede reducir los costos comerciales, y si presenta la realización de cambios ecológicos como un ejercicio de reducción de costos desde el principio, es muy posible que incorpore a los superiores.
El cambio tiene que venir con el compromiso de la parte superior, así que para que su supervisor esté de su lado, tenga en cuenta que los empleadores tienen suficientes problemas con los que lidiar. En cambio, traiga soluciones. Es posible que su jefe no tenga el tiempo o el conocimiento para enfrentarse a las deficiencias en el verde del edificio y el espacio de trabajo y es probable que agradezca su ayuda.
Si necesita ayuda para convencer a su lugar de trabajo de que cambie, consulte con su estado para averiguar si existe un programa de asesoramiento. El programa puede sugerir formas fáciles e incluso ofrecer incentivos financieros o fiscales para ayudar a su organización a ser ecológica. La Corporación Internacional de Desarrollo Sostenible y la Agencia de Protección Ambiental (EPA) ofrecen buenos ejemplos y consejos sobre cómo ecologizar su lugar de trabajo o negocio.