La correa de tu perro es tu herramienta clave de entrenamiento, así que acostumbra a tu perro a llevar una correa lo más rápido posible. La mayoría de los perros no tienen problemas para aceptar la correa, aunque los cachorros pueden necesitar un poco de tiempo para adaptarse.
Una correa de entrenamiento no debe ser ajustable y debe medir seis pies de largo. Para acostumbrar a su cachorro a la correa:
Sujete la correa al anillo muerto (el anillo estacionario en un collar de adiestramiento) del collar de su perro.
Deje que su perro arrastre la correa.
Supervise para que no se enrede.
Repita los pasos 1 y 2 durante unos días.
Cuando tu cachorro esté tan acostumbrado a la correa que la ignore, toma el otro extremo y síguela.
Déjela vagar donde quiera que la lleve su imaginación, dentro de lo razonable, por supuesto.
Cuando tu cachorro esté acostumbrado a la correa, puedes empezar a usarla para mostrarle a dónde quieres que vaya:
Usa una golosina para atraer a tu cachorro a que te siga.
Si estás afuera, usa la golosina para alejarla de la casa.
Los cachorros a veces se muestran reacios a salir de la casa, incluso para darse un capricho. En ese caso, recoja a su cachorro, sáquelo de la casa, déjelo en el suelo y ella lo llevará de regreso a la casa.
Guía a tu perro suavemente con la correa y dile lo buen cachorro que es.
Si está afuera, use la correa para guiar a su aprendiz de regreso a la casa.
Antes de que te des cuenta, tu cachorro no solo caminará con la correa en tu dirección, sino que también te arrastrará.