Si su vehículo emite chirridos, traqueteos o vibraciones misteriosos, primero resuelva el problema usted mismo antes de llevarlo a un taller de automóviles. Puede ahorrar algo de dinero revisando y ajustando los siguientes elementos antes de buscar ayuda profesional:
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Tornillos y pernos flojos: revise tanto el interior del vehículo como debajo del capó.
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Espejos retrovisores y laterales
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Perillas y molduras del tablero
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Rejillas para altavoces con sistema de sonido
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Manivelas y cerraduras de puertas y ventanas
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Cenicero y otros compartimentos de almacenamiento: ¿Están vacíos? ¿Se ajustan bien las tapas?
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Guantera: ¿Está bien cerrada la puerta? ¿Hay algo en la guantera traqueteando?
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Cubiertas de ruedas o tapacubos: quítelas y revise el interior para ver si hay guijarros.
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Recorte exterior
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Trunk: ¿Hay algo que has escondido allí moviéndose?
Si ninguno de estos es el culpable, o si el ruido persiste, haga que un taller de reparación encuentre la causa. A menudo, algo dentro del vehículo vibra con simpatía porque otra parte del vehículo está funcionando mal.
Si su automóvil chirría como un taxi viejo, especialmente cuando lo conduce por una carretera con baches, es posible que solo necesite lubricación. Sin embargo, el problema puede ser amortiguadores o puntales desgastados, rótulas de suspensión o eslabones estabilizadores rotos.
Es posible que se acostumbre a los chirridos y gemidos, pero debido a que son causados por piezas que rozan entre sí o se mueven sin la lubricación adecuada, indican un desgaste que puede dañar su vehículo. Obviamente, se requiere acción.