Cualquiera puede entrar a una habitación y decir: "No me gusta esta habitación". Para arreglar una habitación cargada de problemas, debe dar un paso atrás y averiguar qué salió mal. Un poco de distancia puede ayudarlo a encontrar la solución para que ese problema desaparezca. Cuando entre en una habitación y no le guste, siga estos dos sencillos pasos:
Hágase tres preguntas principales:
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¿Me gusta el color de la habitación?
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¿Me gustan las líneas (o patrones) de la habitación? ¿La habitación tiene demasiadas líneas (lo que hace que parezca demasiado ocupada)? ¿Muy pocos (lo que hace que parezca aburrido)?
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¿Me gusta la combinación de texturas de la habitación? ¿Hay demasiados? ¿Muy pocos? ¿Son incompatibles o simplemente de mal gusto?
Después de responder estas preguntas, dé el segundo paso.
Observe de cerca el área (color, línea o textura) donde parece estar el problema. Piense en algunas ideas de decoración para mejorar esta faceta del diseño de su habitación.
Una vez que haya detectado el problema y generado algunas posibles mejoras en la decoración, estará listo para emprender acciones de decoración siguiendo estos sencillos pasos:
Para encontrar una solución a un esquema de color insatisfactorio, reduzca su problema. Luego aplique algunas reglas de color simples para resolver su problema. Pregúntate a ti mismo las siguientes preguntas:
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¿La habitación está demasiado caliente, lo que lo hace sentir sobreestimulado e incapaz de relajarse? Si es así, aplique la regla de "los colores fríos son calmantes" agregando acentos de colores fríos de azules y verdes.
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¿Es la habitación tan fresca que te sientes deprimido? Aplique la regla de "los colores cálidos son estimulantes". Anima la habitación fría con acentos del lado cálido de la rueda de colores, como naranjas y amarillos.
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¿Es el color soso y aburrido? Condimente con colores complementarios (colores del lado opuesto de la rueda de colores, como naranja y azul, o verde y rojo).
Trabaje por pasos, midiendo su respuesta mientras trabaja.
Por ejemplo, ¿qué pasa si tus paredes son demasiado rojas y te hacen sentir acalorado y nervioso? Para hervir un poco, enfríe la habitación gradualmente:
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Cambie a una tapicería neutra de colores fríos. Beige, gris pardo, blanco y cualquier azul o verde humedecido deberían ser suficientes.
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Agrega una alfombra neutra. Los tonos tierra suaves, por ejemplo, lucen naturales bajo los pies.
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Cuelga obras de arte de colores fríos con tapetes blancos para obtener más alivio. Un paisaje frondoso o un paisaje marino atmosférico, por ejemplo, trae un soplo de aire fresco a cualquier habitación. Cualquier floral demasiado caliente se puede matizar en blanco nítido u otros colores fríos para una sensación más fresca.
Su ojo y su cuerpo pueden decirle cuándo ha enfriado su habitación a su nivel de comodidad. Se sentirá más sereno (¡la frecuencia del pulso, la presión arterial y la temperatura corporal bajarán!) En una habitación equilibrada.
Agregar textura es un remedio que se puede aplicar de manera fácil y económica y que aporta su propio placer de decoración muy especial.