Los pisos de baldosas pueden ser fáciles de limpiar y mantener. Las losas de pizarra, el granito y las baldosas de cerámica generalmente se sellan para protegerlas del agua y las manchas. La piedra de cantera está bien tal como está, aunque es posible que deba comprar un quitamanchas especializado, que puede encontrar en tiendas especializadas en baldosas.
Para limpiar un piso de baldosas, siga estos pasos:
Barrer o aspirar.
Lave con un detergente suave, diluido como se indica en la etiqueta.
En una habitación pequeña, como un baño, puede ser igual de rápido tirarse al suelo y usar trapos de limpieza. Pero si prefiere mantenerse erguido, un trapeador de tiras de tela es mejor que uno de esponja. Este último parece estimular la acumulación de agua en la lechada.
Enjuagar con agua.
Deje secar al aire, manteniendo a las mascotas y a las personas fuera.
Las baldosas, especialmente las baldosas de cerámica, son muy resbaladizas cuando están mojadas. Tenga cuidado mientras limpia, y si no puede estar absolutamente seguro de que nadie entrará en la habitación en los próximos 30 minutos, seque el piso con una toalla vieja.
Utilice lejía sucia cuando la necesite con lejía diluida (10 partes de agua por una parte de lejía es una dilución segura y recomendada con frecuencia). Puede consumir hasta 1 parte de lejía por 3 partes de agua, pero solo si tiene mucho cuidado para protegerse de las salpicaduras y usa guantes. Para mayor rapidez, vierta la solución diluida recomendada en una botella rociadora vacía y luego coloque la solución a lo largo de la línea de lechada. Enjuague bien.