Saber cómo regar un césped de la manera correcta es fundamental para la salud general de su césped. La frecuencia y la cantidad de agua que aplica al césped varían según el suelo, la época del año, las condiciones climáticas, el tipo de césped, etc. Siga estos consejos al regar y su césped brillará:
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Agua a la profundidad adecuada: la humedad debe penetrar hasta aproximadamente 6 a 8 pulgadas de profundidad. Regar con menos profundidad da como resultado un césped de raíces poco profundas que se seca rápidamente.
Por otro lado, aplicar agua que penetre mucho más profundamente de 6 a 8 pulgadas es un desperdicio porque la mayoría de las raíces no crecen más que eso.
Compruebe qué tan profundamente penetra el agua en su césped sondeando el suelo con una varilla de metal rígido o un destornillador largo. La varilla se mueve fácilmente a través del suelo húmedo y luego se detiene, o se vuelve difícil de empujar, cuando llega al suelo seco.
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Deje que el césped se seque parcialmente entre riegos: este paso crea una buena relación entre la humedad y el aire que es esencial para la salud de las raíces. El césped te muestra cuándo se está secando y necesita agua: cuando caminas sobre el césped, puedes mirar hacia atrás y ver tus huellas. La hierba también cambia de color de verde brillante a un azul grisáceo opaco, casi ahumado, cuando está seco.
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Evite la escorrentía: si aplica agua más rápido de lo que el césped puede absorber, lo que sucede con muchos tipos de aspersores, el agua se escurre hacia las alcantarillas de las calles y al olvido. Eso es un desperdicio, así que no hagas eso. En su lugar, riegue en intervalos cortos de aproximadamente 10 a 15 minutos, cierre el agua (o mueva el aspersor) para dejar que el agua penetre y luego vuelva a encender el aspersor durante otros 10 a 15 minutos. Repita este procedimiento hasta que el agua tenga una profundidad de 6 a 8 pulgadas.
Puede evitar la escorrentía de otras formas. Uno es usar aspersores que apliquen agua muy lentamente. El otro método es deshacerse de la paja, una capa de suciedad orgánica que se acumula cerca de la superficie del césped y ralentiza drásticamente la penetración del agua.
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Riegue por la mañana: Temprano en la mañana es el mejor momento para regar. El clima suele ser fresco y tranquilo, la humedad suele ser alta y el agua se evapora menos. El viento tampoco lleva el agua al jardín del vecino. El riego matutino le da al césped la oportunidad de secarse antes de la noche, lo que puede protegerlo de enfermedades y plagas.
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En pleno verano, la mayoría de los céspedes necesitan entre 1 y 2 pulgadas de agua a la semana: puede aplicar toda la cantidad de agua una vez a la semana, pero la mayoría de las personas obtienen mejores resultados dividiéndola en dos aplicaciones. En suelos arenosos donde el agua penetra rápidamente, dividir el agua en tres aplicaciones puede funcionar mejor. Está prohibido regar con más frecuencia de tres veces por semana.
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Mire su césped y haga los ajustes necesarios: si el césped no parece secarse entre riegos, estire los intervalos entre riegos. Si el agua no llega lo suficientemente profunda, aplique un poco más en cada riego, pero riegue con menos frecuencia. Si todo parece estar bien, intente reducir la cantidad que aplica de todos modos y vea qué sucede. Quizás puedas conservar algo de ese valioso recurso.
Regar el césped recién plantado es una bola de cera completamente diferente. Debe regar el césped nuevo con más frecuencia hasta que las plantas de césped se establezcan.