Uno de los grandes beneficios de un jardín ecológico es pasar tiempo en él simplemente relajándose y disfrutando de la vista de la naturaleza desde la silla. Después de todo, la naturaleza es de lo que se trata el ambientalismo. A medida que agrega comodidades a su jardín, considere estos consejos para mantenerlo ecológico:
-
Mobiliario: si elige mesas y sillas de madera, asegúrese de que la madera provenga de fuentes sostenibles y no de maderas duras tropicales. Considere comprar muebles de madera que tengan el sello del Forest Stewardship Council , certificando que están hechos de madera procedente de bosques gestionados de forma responsable y sostenible. También tenga en cuenta que los muebles de madera deben tratarse para evitar que se pudran cuando se dejan afuera bajo la lluvia, y el tratamiento a menudo implica productos químicos tóxicos; asegúrese de que los muebles que compre estén tratados con un conservante no tóxico, como el aceite de linaza, y utilícelos para tratamientos posteriores.
Compruebe que los muebles de plástico estén hechos de plástico reciclado. Es más probable que los muebles de jardín de metal estén hechos de nuevos materiales, por lo que si sigue esta ruta, verifique que su servicio de reciclaje local los acepte cuando termine su vida útil.
-
Iluminación: Coloque velas, que son muy efectivas en el jardín, en recipientes de vidrio para protegerlas del viento y la lluvia; puedes hacer tus propias linternas con botellas o frascos de vidrio. Una alternativa ecológica es instalar luces con bombillas de energía solar que acumulan energía del sol durante el día y luego la liberan por la noche para iluminar su jardín.
-
Cocina al aire libre: si usa carbón vegetal, asegúrese de que esté hecho de madera renovable y no compre combustible de arranque de carbón vegetal a base de aceite o gas, ya que no son buenos para el medio ambiente ni para su comida.
Ya sea que queme leña, gas natural, electricidad o propano en su estufa o barbacoa al aire libre, genera emisiones de gases de efecto invernadero. Elija la fuente de combustible más ecológica posible: electricidad de fuentes renovables como la energía eólica, solar o hidroeléctrica o madera (que en sí misma es renovable).
-
Calentadores al aire libre: aunque sería genial pasar tiempo en su espacio al aire libre durante todo el año, usar un calentador al aire libre que quema gas o usa electricidad no solo envía sus facturas al cielo, sino que también aumenta la cantidad de dióxido de carbono que libera a la atmósfera. . Los fogones de leña, las chimeneas y las chimeneas al aire libre también liberan dióxido de carbono. Hable con su proveedor sobre si puede quemar registros ecológicos (registros de chimenea fabricados que liberan muchas menos emisiones) en los electrodomésticos.
Si decide comprar un calentador de patio eléctrico o de gas, no lo deje encendido cuando no lo esté usando y asegúrese de que si está calentando el espacio exterior, las luces y la calefacción estén apagadas dentro de su casa para reduzca su uso de energía tanto como sea posible.