Debido a que los loros son criaturas sociales, necesitan una forma de comunicación para poder interactuar. Pero, ¿y si no hay un loro con quien hablar? ¿Debería languidecer el loro de la casa, esperando que otro loro comparta su idioma? Los loros son criaturas quisquillosas, pero no estúpidas. Un loro llega a comprender bastante rápido que los humanos que lo rodean son su grupo social, su bandada, por así decirlo. Debido a que los humanos en el hogar no están equipados para aprender el idioma del loro (ni la mayoría de ellos quiere hacerlo), el loro comienza a aprender el idioma de su área, de su clan. Esta es una forma poderosa para que el loro se convierta en parte del grupo. En la mente del pájaro, aprender el idioma del hogar es la forma principal de hacerse notar y satisfacer sus necesidades.
El requisito principal que necesita para enseñarle a hablar a un pájaro es una buena relación con el pájaro. Es más probable que un pájaro asustado o maltratado se quede muy callado para que no se dé cuenta, o quizás grite todo el día porque se siente solo. Un pájaro feliz y contento es aquel que hace ruido para decir: “Oye, estoy aquí; Mírame; ¡juega conmigo!" Aquí es donde comienzan los primeros intentos de hablar. Un pájaro joven hará vocalizaciones que suenan similares a los sonidos del mundo que lo rodea en un intento de comunicarse con sus humanos, llamar la atención o al menos encajar. Si el humano del ave elogia al ave por estos intentos, el ave continuará aprender.
Si está comenzando con una especie conocida como un gran conversador, como un periquito, un gris africano o un loro amazónico, simplemente hable con el pájaro durante sus interacciones diarias con él. Cuando se acerque a él por la mañana, diga "Buenos días" y cuando lo acueste por la noche, diga "Buenas noches". Lo mismo ocurre con la alimentación. Nombra todas las cosas que le das al pájaro: alpiste, agua, manzana, uva, zanahoria, etc. Cuando mueva su pájaro de un lugar a otro, dígale adónde van ambos: "Vamos a la cocina". Habla con tu pájaro de la misma forma que lo harías con un niño inteligente, pero no uses el lenguaje de un bebé, o eso es lo que el pájaro aprenderá.
Los primeros intentos de un pájaro de hablar pueden parecer un balbuceo. Con el tiempo, el balbuceo se volverá más claro y se convertirá en palabras y sonidos. En un periquito, el habla puede llegar a los seis meses de edad; en un gris africano, hablar de verdad puede llevar de nueve meses a más de un año, dependiendo de la persona. Se debe hablar mucho con los loros amazónicos durante los primeros años; es posible que una amazona mayor nunca aprenda a hablar bien si no aprendió cuando era joven. Recuerde, algunas personas no aprenderán a hablar en absoluto.
Lo segundo más importante para que tu pájaro hable, después de tener una buena relación con él, es el elogio. El elogio puede ser tan simple como volverse hacia el pájaro, hacer contacto visual y decir: "¡Buen pájaro!" A las aves les encanta la atención de sus humanos, y puedes usar eso a tu favor. Sin embargo, no conviene elogiar demasiado las palabras poco claras. Guarde su mayor elogio para las palabras claramente expresadas que le gustaría que permanecieran en el vocabulario de su loro.
Una vez que un pájaro hable libremente, puede comenzar a enseñar palabras y frases selectas simplemente repitiéndolas una y otra vez, pero el truco es usar el énfasis. Haz que las palabras suenen emocionantes. Muchos loros aprenden a maldecir de esta manera: cuando se golpea el dedo del pie, puede escupir una serie de maldiciones que sonarán emocionantes para el loro, porque hay mucha energía detrás de ellos.
Hay cintas parlantes y CD disponibles en línea o en su tienda de aves local, o puede hacer uno propio. El problema con esto es que el pájaro puede aburrirse o frustrarse al escuchar la cinta una y otra vez. Si elige este método, asegúrese de que las sesiones de entrenamiento no duren más de 20 minutos dos veces al día.
Finalmente, la televisión y la radio pueden enseñarle a hablar a su loro, aunque es posible que el pájaro no siempre capte lo que le gustaría escuchar una y otra vez.