Se necesita mucha energía para calentar un horno, por lo que cualquier cosa que haga para reducir u optimizar el uso de este electrodoméstico puede ayudarlo a llevar un estilo de vida más ecológico. Estas medidas son formas probadas y verdaderas de hacer precisamente eso:
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Utilice pequeños electrodomésticos en lugar del horno. Tanto los hornos eléctricos como los de gas consumen una gran cantidad de energía, aunque el gas es más eficiente. Los hornos tostadores, las estufas, las ollas de cocción lenta, las tostadoras de mostrador e incluso los asadores calientan la comida de manera mucho más eficiente.
Reducirse significa menos energía, lo que significa más verde para usted y el planeta.
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Precaliente su horno eléctrico durante el mínimo de tiempo. Programe su trabajo de preparación para que el horno no esté esperando a temperatura máxima mucho antes de que esté listo para ello. También resista la tentación de abrir la puerta y echar un vistazo mientras se cocina la comida; la temperatura desciende entre 25 y 75 grados cada vez que abre la puerta del horno.
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Autolimpia el horno inmediatamente después de cocinar algo para aprovechar el calor que ya se ha acumulado. La función de autolimpieza calienta el horno a una temperatura muy alta para quemar los residuos de comida. Tenga en cuenta que, aunque la función de autolimpieza consume energía, le ayuda a evitar el uso de productos químicos agresivos en muchos limpiadores de hornos.
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Asegúrese de que sus sartenes encajen con los quemadores de la estufa. El uso de una cacerola pequeña en un quemador grande desperdicia el calor generado por el área adicional del quemador.
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Hierva solo la cantidad de agua que necesite en el hervidor en lugar de llenarla cada vez.