Las frutas y verduras de cosecha propia crecen mejor en suelos fértiles. Sin embargo, es importante mantener los fertilizantes naturales para evitar la introducción de productos químicos potencialmente dañinos en el medio ambiente. El abono es uno de los mejores y más ecológicos fertilizantes que existen, y si lo hace usted mismo, ¡incluso es gratis!
Si su suelo es un poco bajo en nutrientes, puede agregarlos rápidamente usando sangre y harina de huesos (que es sangre y hueso triturados o molidos); potasa de roca, abono o fertilizante líquido de la naturaleza; emulsión de algas o pescado; o una lombriz. Su centro de jardinería o vivero local puede aconsejarle sobre su tipo de suelo y cómo enriquecerlo.
Una forma más natural y a largo plazo de fertilizar su jardín es con compust. El abono es material orgánico en descomposición que se utiliza como fertilizante para la tierra de su jardín y las plantas en crecimiento. Está hecho de cualquier cosa que pueda pudrirse naturalmente y descomponerse con la ayuda de los organismos microscópicos que viven en él. Los materiales de compostaje incluyen hojas, recortes de césped, hojas de periódico, astillas de madera, restos de frutas y verduras, posos de café y estiércol a base de paja. Si apila su material orgánico para compostaje en un montón en el jardín o lo coloca en un contenedor de compostaje (que puede obtener en un centro de jardinería), eventualmente se descompone y se vuelve marrón y desmenuzable. Cuando lo excavas en la tierra de tu jardín, agrega nutrientes y hace que la tierra sea más rica y más fácil de trabajar.
Si no tiene suficiente abono para comenzar, puede comprar abono, preferiblemente de la variedad orgánica si está cultivando frutas y verduras orgánicas. Ya sea hecho en casa o comprado en la tienda, el compost devuelve al suelo algunos de los nutrientes que extraen las plantas. Ayuda a su suelo a hacer un mejor trabajo para las plantas en crecimiento al:
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Permitir que el suelo retenga la humedad (lo que también significa que puede regar menos)
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Detener la filtración de nutrientes del suelo, lo que significa que las plantas obtienen más de los nutrientes que necesitan.
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Mantener el suelo sano y reducir la probabilidad de enfermedades transmitidas por el suelo.
Al fertilizar su jardín, resista la tentación de utilizar cualquier material a base de turba. La turba no se puede replantar y volver a cultivar rápidamente, por lo que no se considera sostenible. Pregunte a su centro de jardinería por alternativas ecológicas o haga su propio abono.