El hombre ha utilizado la miel durante miles de años. Ciertamente como edulcorante, pero más a menudo como medicamento para tratar una variedad de dolencias. Tiene una historia ilustre que se abre camino en el folclore, la religión y todas las culturas del mundo. En la antigüedad, la miel se consideraba un bien de lujo del que disfrutaban los privilegiados y la realeza, así como una forma válida de moneda para pagar impuestos.
Las Cuevas de la Araña (Cuevas de la Araña) de Valencia, España, son un destino turístico popular. Estas cuevas fueron utilizadas por personas prehistóricas que pintaban imágenes en las paredes de piedra de actividades que eran una parte fundamental de su vida cotidiana, como la caza de cabras y, he aquí, la recolección de miel.
Una de las pinturas muestra a dos hombres trepando por enredaderas y recolectando miel de una colmena silvestre. Inmortalizado en la pared de roca hace entre 6.000 y 8.000 años, es ampliamente considerado como la representación más antigua registrada de la recolección de miel.
Los antiguos egipcios fueron los primeros apicultores nómadas conocidos en migrar sus colmenas en barcos por el Nilo para seguir la floración estacional específicamente para la polinización. Las pinturas de cera de abejas en las paredes de la pirámide mostraban a los apicultores fumando sus colmenas y sacando miel. Los egipcios comprendieron la estacionalidad de la apicultura y la relación simbiótica entre las abejas y la polinización.

Crédito: Ilustración de Howland Blackiston
En 2007 se realizó un hallazgo notable durante una excavación arqueológica en el valle de Beth Shean de Israel. Se descubrió un colmenar completo de los tiempos bíblicos, que contenía más de 30 colmenas de arcilla en su mayoría intactas, algunas de las cuales todavía contenían cadáveres de abejas muy, muy viejos.
Estas colmenas artificiales datan del siglo X a principios del IX a. C., lo que las convierte en las colmenas artificiales más antiguas del mundo. Se cree que en este sitio se recolectaba cada año hasta media tonelada de miel.