Los fertilizantes orgánicos son una forma más amable y delicada de proporcionar a las plantas los nutrientes que necesitan. Los fertilizantes orgánicos generalmente provienen de plantas, animales o minerales y contienen una variedad de nutrientes para mejorar el ecosistema del suelo. Los fertilizantes sintéticos no mejoran la vida del suelo ni agregan materia orgánica. Otros beneficios de usar fertilizantes orgánicos sobre sintéticos son:
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Liberan sus nutrientes más lentamente en el suelo, cuando las plantas los necesitan, por lo que duran más.
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Los nutrientes están contenidos en moléculas complejas que no se filtran con la primera lluvia.
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Es menos probable que quemen las raíces jóvenes de las plántulas. Los fertilizantes sintéticos están hechos de sales minerales que pueden matar las raíces y los microbios del suelo si se aplican incorrectamente.
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Mejoran la salud del suelo al nutrir (o al menos no dañar) los microbios del suelo que ayudan a que los nutrientes del suelo estén disponibles para las plantas.