Los ambientadores no son particularmente ecológicos. La mayoría de ellos simplemente cubren los olores en lugar de eliminarlos, y utilizan productos químicos artificiales para hacerlo. Los ambientadores enchufables utilizan energía mientras bombean sus productos químicos al aire. Es más, algunas personas encuentran que los ambientadores les provocan dificultad para respirar y dolores de cabeza. Afortunadamente, puedes disfrutar de una casa con buen olor porque abundan las alternativas naturales:
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Tanto el vinagre como el bicarbonato de sodio disueltos en agua absorben los malos olores.
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Las rodajas de limón en una olla con agua hirviendo son otro buen ambientador.
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Los aceites esenciales en un quemador de aceite o en cera de abejas o velas vegetales agregan la fragancia de su elección.
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Si tiene un fumador en su casa, esconda un tazón pequeño de vinagre debajo de un mueble para desodorizar la habitación.
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¡Llena un cuenco con pétalos de flores y hierbas de tu jardín!
Ambientadores naturales que no dejan rastros tóxicos.