Algunos perros no se dan cuenta cuando están heridos y su primera pista puede ser el rastro de sangre que deja. Para detener el sangrado, aplique presión sobre la herida con un trozo de gasa o paño durante varios minutos.
Incluso si la gasa está empapada de sangre, no la levante para ver si el sangrado se ha detenido, porque la gasa en realidad ayuda a coagular la sangre. Solo agregue capas adicionales de gasa. Según el área del cuerpo y el tamaño de la herida, el sangrado puede demorar entre 10 y 15 minutos en detenerse.
Si hay hielo disponible, colóquelo alrededor del área de la herida para disminuir el flujo sanguíneo. Una vez que el sangrado se haya detenido, puede vendar la herida y hacer arreglos para llevar al perro a un veterinario para que lo evalúe.
La sangre de una arteria es de color rojo brillante y sale del vaso al ritmo de cada latido del corazón. Un perro puede perder mucha sangre rápidamente si se corta una arteria. La sangre de una vena o de pequeños vasos debajo de la piel es de color burdeos y se vierte lentamente o se filtra por la herida.
Nunca use un torniquete para detener el sangrado porque puede cortar la circulación necesaria en el área.