
Aunque solo representan una pequeña cantidad en las necesidades nutricionales diarias, los minerales y las vitaminas desempeñan un papel muy activo para ayudar al metabolismo y promover el desarrollo del cuerpo. Por lo tanto, no olvide agregar 8 nutrientes esenciales de este grupo de alimentos a la dieta diaria de su bebé.
Calcio
Este mineral es esencial para el desarrollo de los dientes y los huesos, tiene un papel en la promoción de las funciones de los nervios y los músculos, ayuda a coagular la sangre y activa las enzimas que convierten los alimentos en energía. Debido a que los huesos de los niños siempre se desarrollan para lograr una altura y un físico óptimos, siempre necesitan una fuente sostenible de calcio para sus cuerpos.
Para complementar este tipo de nutrientes, las madres necesitan alimentar a los bebés con leche, comer alimentos a base de lácteos como queso, suero, yogur, helado. Esta es la mejor fuente de calcio de la naturaleza.
>> Ver también: ¿Cómo complementar adecuadamente el calcio?
Hierro
Sin suplementos de hierro , el cuerpo no producirá hemoglobina y moglobina, dos componentes importantes del transporte de oxígeno en la sangre y en el músculo. La anemia por deficiencia de hierro hace que el cuerpo se sienta cansado, débil e incómodo.
Para que su bebé absorba suficiente hierro, las madres deben agregar a las comidas alimentos como frijoles, pan, carne de res, mariscos, aves de corral, vegetales de hojas verde oscuro. Para que su bebé absorba mejor el hierro, las madres también deben combinarlo con alimentos ricos en vitamina C, que se discutirán en la siguiente sección del artículo.
Magnesio
Para tener huesos fuertes y un ritmo cardíaco estable, su bebé necesita la ayuda del magnesio. Este nutriente también es compatible con el sistema inmunológico y ayuda a mantener la función de los músculos y los nervios.
Frijoles, semillas y vegetales de hojas verdes, los panes integrales son buenas fuentes de magnesio para su bebé.
Potasio o potasio
La función del potasio es trabajar con el sodio para equilibrar el agua en el cuerpo, ayudando así a regular la presión arterial. El potasio también apoya la función muscular y regula la frecuencia cardíaca, lo que reduce el riesgo de cálculos renales y osteoporosis.
Las frutas y verduras frescas son excelentes fuentes de potasio, no solo eso, sino que estos alimentos son deliciosos y ayudan a realzar el sabor de las dietas del bebé.
>> Vea también: Cosas que debe saber al alimentar a su bebé con fruta
Vitamina C
Las células sanguíneas se forman y restauran con la ayuda de la vitamina C. El mismo efecto ocurre con los huesos y los tejidos. La vitamina C también fortalece los vasos sanguíneos, minimiza los hematomas, aumenta la inmunidad y combate las infecciones.
Las frutas y verduras de colores brillantes son las mejores fuentes de vitamina C de la naturaleza. Una de las características reconocibles es un sabor amargo a pomelo, naranja y limón. Otras frutas ricas en vitamina C son la guayaba, papaya, pimientos rojos, tomates ...
La vitamina D
La vitamina D ayuda al cuerpo a absorber el calcio y también participa en el fortalecimiento de los huesos y los dientes. La vitamina D es necesaria para que los niños alcancen la mejor altura y densidad ósea, y también actúa como una hormona en el sistema inmunológico, la producción de insulina y el desarrollo celular.
La forma más fácil de obtener el suplemento de vitamina D de su bebé es tomar el sol por la mañana. Esto todavía lo hacen las madres con sus bebés recién nacidos. Además, también puedes complementar a tu bebé a través de leche, yogur, atún, salmón, yemas de huevo.
Vitamina E
Limita la formación de radicales libres, juega un papel en el refuerzo de la inmunidad, la restauración del ADN y la participación en los procesos metabólicos. La vitamina E se puede encontrar en nueces como almendras, semillas de girasol, mantequilla de maní, aceite de soja y mangos.
Zinc
Este mineral es esencial para más de 70 enzimas para ayudar a la digestión y el metabolismo, y también es esencial para el desarrollo del cuerpo.
La madre puede agregar zinc al bebé a través de almendras, mantequilla de anacardo, yogur, semillas de lino, tofu ...