Los niños pequeños a menudo están enfermos y se manifiestan por una serie de síntomas. Hay síntomas que no deben ignorarse en los niños ya que son signos de algunos problemas de salud que requieren intervención.
Decodificar los síntomas de un niño es una parte integral de la vida de los padres, lo que ayuda a mantener a los niños seguros. Los padres son los entendidos más jóvenes, así que asegúrese de hacer preguntas, hablar con su médico o incluso cambiar a otro médico cuando sienta la necesidad. No olvide también que ningún niño crece sin una enfermedad, ya sea una enfermedad leve o una enfermedad grave. Por lo tanto, siempre tenga la mente clara para considerar cuándo esperar con calma y cuándo actuar. Es importante que los padres vigilen a sus hijos, no se pierdan ni ignoren los siguientes síntomas:
Ninguna respuesta
Si su hijo no puede despertarse o se vuelve inusualmente pasivo, sin mostrar interés en algo (como un juguete que le encanta todos los días), entonces debe llevarlo al médico. La falta de respuesta es un síntoma preocupante.
Los cambios en la capacidad de respuesta y la interacción con el mundo que los rodea, especialmente después de una caída o un impacto en la cabeza, son una señal de que un niño necesita hospitalización inmediatamente o después de unas pocas horas. Comienzan a notar anomalías en el niño).
Dificultad para respirar
Llame a una ambulancia si el niño no puede respirar. En caso de que el niño tenga dificultad para respirar, tenga dificultad para respirar o tenga sibilancias, debe llevar al niño al médico. La dificultad para respirar o toser de manera extraña es un síntoma que no debe ignorarse en los niños, lo que demuestra que el niño tiene problemas respiratorios y necesita una intervención lo antes posible.
Si su hijo tose excesivamente, puede deberse a:
Tiene asma. Esta es una enfermedad grave a la que los padres deben prestar atención para cuidar con cuidado a sus hijos.
Algo está bloqueando el esófago y la tráquea del niño. Verifique que el pecho del bebé esté subiendo y respirando, que haya circulación de aire en el área de las fosas nasales y mire alrededor de la boca, las uñas y los labios para ver si la piel se pone pálida.
Deshidración
El cuerpo debe estar hidratado para funcionar correctamente. La deshidratación es causada por no beber suficientes líquidos, por vómitos, diarrea o por hacer mucho ejercicio sin rehidratación. Los bebés muestran letargo, letargo, irritabilidad, no pueden orinar u orina oscura. Cuando el bebé llora, los ojos están secos, los ojos están secos, la piel o los labios están secos.
Mientras llama al médico, aproveche la oportunidad de darle agua a su hijo para compensar la pérdida de agua.
Fiebre
La fiebre a veces da miedo, pero también es una respuesta normal del sistema inmunológico. Si su bebé tiene fiebre con convulsiones, llame a una ambulancia. Llame a su médico de inmediato si su hijo tiene fiebre, como en los siguientes casos:
Recién nacido - 3 meses: 38 ° C
Niños de 3 a 6 meses: 39 ℃
Niños de 6 a 24 meses: 39 ℃ (desde 24 horas sin fiebre)
Niños mayores: 39 ℃ (dura 72 horas sin fiebre)
Adolescentes: 39,5 ℃ (3 días o más sin fiebre)
Si su hijo tiene fiebre pero está activo y es normal, no se preocupe. Solo cuando la fiebre va acompañada de tos y otros síntomas no es necesario observar y controlar más de cerca.
Dolor de cabeza, mareos o desmayos
Es importante llevar a su hijo al médico después de que haya golpeado el área de la cabeza que presenta uno de los siguientes síntomas:
Vómitos
Cambios en la vista o el estado de ánimo
A menudo confundido, confundido o sensible a la luz o al ruido
Las manifestaciones mencionadas anteriormente muestran que el área del cerebro joven ha sido conmocionada o levemente dañada.
Los padres también deben tener cuidado con los dolores de cabeza persistentes en los niños o los dolores de cabeza asociados con los vómitos. Si su hijo tiene dolor de cabeza con fiebre y rigidez en el cuello, busque atención médica de inmediato.
Puede encontrar más información: "Impactando el cerebro del niño: ¿Qué saben hacer los padres para proteger a sus hijos?"
Llorando por siempre
Si su bebé no puede dejar de llorar y no permite que nadie lo sostenga, o si sus llantos no suenan bien, especialmente si tiene fiebre, debe llevar a su bebé al médico.
Mientras tanto, verifique si los dedos de las manos y los pies de su bebé tienen algo como etiquetas de ropa, solo exceso ... envuelto o no. Al mismo tiempo, es necesario ver si hay manchas en la piel del niño como una erupción.
Micción frecuente con pérdida de peso, aumento de la sed y letargo.
Ir al baño con frecuencia, sed, cuello seco, pérdida de peso y letargo son síntomas que no deben ignorarse en los niños, ya que son signos de diabetes tipo 1 en los niños.
Los síntomas anteriores también son signos de un trastorno alimentario. Hay un aumento en el número de niños con trastornos alimentarios, tanto niños como niñas. Los trastornos alimentarios tienen consecuencias a largo plazo, por lo que los padres no deben ignorarlos, sino que deben llevar a sus hijos a ver a un médico.
Diarrea crónica y vómitos
La diarrea y los vómitos son la forma en que el cuerpo elimina los alimentos "malos" y otras sustancias nocivas. Es normal tener diarrea / vómitos una o dos veces, mientras que la diarrea / vómitos crónicos es un síntoma preocupante, que indica que el cuerpo tiene una infección grave y conduce a la deshidratación. Esta situación es especialmente peligrosa para los niños pequeños y los bebés, por lo que es importante llevarlos al médico.
Después de que el niño tiene diarrea o está vomitando, debe considerar el "producto" de la salida. Si las heces tienen un aspecto anormal, tienen sangre (se ven como plástico negro, rayas o manchas rojas) o bilis (limo verde) o moco (moco blanco), consulte a su hijo.
También puede consultar: "Remedios caseros para los vómitos en casa"
La crianza de los hijos nunca es fácil, especialmente siendo padre de un bebé pequeño. Hay tantas cosas que te han causado preocupación y te han llevado al agotamiento. Al vigilar los síntomas y las manifestaciones menores de su hijo, puede comprender cómo se siente su hijo y saber cuándo y cuándo llamar a una ambulancia.