La micción intensa es un fenómeno común en muchas mujeres embarazadas. ¿Qué se puede hacer para limitar este malestar?
Es más probable que las mujeres “visiten” el baño durante el embarazo. Comienza en el primer trimestre (alrededor de la semana 6) y empeora en el tercer trimestre (alrededor de las 35 semanas).
¿Por qué las mujeres embarazadas a menudo orinan muchas veces?
Las madres embarazadas orinarán con más frecuencia que antes. ¿Por qué de repente necesito orinar tanto? La razón principal es que la hormona hCG aumenta significativamente la cantidad de sangre en el cuerpo, lo que lleva a una gran cantidad de líquido que se filtra a través de los riñones y la vejiga contiene más agua.
Las mujeres embarazadas también pueden orinar con más frecuencia durante la noche. Al acostarse, las piernas estarán al nivel de la parte superior del cuerpo, lo que hará que la cantidad de líquido en las piernas tienda a regresar a la sangre y la vejiga, lo que hará que la madre embarazada desee orinar.
Otro factor importante que conduce a la defecación frecuente en las mujeres embarazadas es que el útero en crecimiento ejerce presión sobre la vejiga para reducir el volumen de orina almacenada. Sin embargo, esta presión disminuye a medida que el útero se mueve hacia la cavidad abdominal durante el segundo trimestre.
Además, al final del tercer trimestre, el feto tiende a girar la cabeza en preparación para el parto, por lo que la cabeza presionará directamente contra la vejiga, lo que hará que la mujer orine con más frecuencia.
Cómo limitar la micción frecuente durante el embarazo
Incluso si le resulta incómodo orinar mucho, no debe evitar beber agua. La falta de agua afectará tanto a la madre como al feto. Aquí tienes algunos consejos:
Reduzca la micción nocturna bebiendo muchos líquidos durante el día, pero limite el consumo antes de acostarse;
Evite tomar café y té al final del día;
Cuando orine, inclínese hacia adelante para que sea más fácil vaciar la vejiga por completo.
Mucha de la micción durante el embarazo desaparece inmediatamente después de que nace el bebé. Unos días después del nacimiento, las madres embarazadas todavía orinarán mucho para que el cuerpo pueda eliminar los líquidos restantes del embarazo. No se preocupe porque después de este tiempo su tracto urinario volverá a la normalidad como estaba antes de dar a luz.