
El desgarro vaginal durante el parto es un problema común durante el trabajo de parto para facilitar el nacimiento del ángel bebé. Para deshacerse de esta preocupación, debe conocerla a fondo.
El embarazo y el parto son maravillosos. Sin embargo, todavía hay algunas cosas desafortunadas que pueden suceder en el proceso de dar a luz. Uno de ellos es un desgarro vaginal durante el parto.
¿Qué significa el desgarro vaginal al nacer?
Un desgarro vaginal durante el parto es un desgarro repentino que ocurre en el área perineal, también conocida como epitelio (el área entre la vagina y el recto) durante el parto vaginal. Durante el nacimiento del bebé, la vagina debe estirarse lo suficiente para que pase el bebé. Para algunas mujeres, el estiramiento no causará ningún problema, pero otras pueden experimentar un desgarro vaginal.
La mayoría de las madres que tienen su primer hijo tienen un 95% más de probabilidades de tener este problema, ya que los tejidos genitales son menos flexibles que las madres que han tenido un bebé. Otros factores que contribuyen a una vagina desgarrada son porque las mujeres embarazadas tienen sobrepeso o están en trabajo de parto rápido, lo que les da a los tejidos poco tiempo para adaptarse y estirarse cuando el bebé sale. El feto también es un factor que contribuye al desgarro vaginal, especialmente en los casos en los que las nalgas están hacia arriba y las nalgas hacia abajo, lo que provoca demasiada presión en la vagina de la madre.
El uso de aspiradoras, fórceps o trabajo de parto prolongado puede provocar una hinchazón vaginal grave que aumenta el riesgo de desgarro. Sin embargo, generalmente, después de su primer parto, su vagina se vuelve más flexible. Entonces el riesgo de desgarro es menor.
¿Cuáles son los tipos de desgarros vaginales?
Hay 4 niveles de desgarro vaginal, sin importar el nivel, sentirá mucho dolor. Será necesario volver a coser algunos puntos y los músculos espasmódicos anales se verán afectados.
Grado 1: El desgarro solo llega a la pared vaginal, no afecta al músculo. Por lo general, el médico prescribirá la sutura vaginal con algunos puntos.
Grado 2: Es la laceración más frecuente que afecta a la pared vaginal y se adentra un poco más en el tejido de la vagina. Necesitas más puntos.
Grado 3: el desgarro penetra más profundamente en la vagina y el esfínter anal. Los médicos asignarán puntos a cada capa por separado, prestando especial atención a suturar la capa muscular que sostiene el esfínter anal.
Nivel 4: este desgarro es profundo, incluidas todas las condiciones de los 3 niveles anteriores y también se extiende a través de la pared intestinal. Este desgarro requiere un tratamiento extremadamente meticuloso y cuidadoso. Esta situación ocurre muy raramente. Los niveles 3 y 4 ocurren solo cuando el hombro del bebé queda atrapado dentro de la vagina de la madre o cuando la madre tiene dificultades para dar a luz, lo que requiere succión y sujeción del bebé.
¿Cómo recuperarse después de dar a luz?
Si tiene solo 1 o 2 grados de desgarro vaginal, puede experimentar molestias durante 1 a 2 semanas, especialmente al sentarse con la espalda recta. Además, ir al baño y hacer cosas que ejercen presión sobre la parte inferior del cuerpo, como toser o estornudar, también pueden causar dolor. Para la segunda semana, el desgarro sanará y los puntos se disolverán por sí solos. Sin embargo, los nervios y la fuerza muscular pueden tardar varias semanas más en recuperarse como antes.
Para las mujeres que experimentan un desgarro vaginal de 3 y 4 grados, la recuperación toma más tiempo. El dolor y la incomodidad pueden durar hasta 3-4 semanas y la recuperación completa puede llevar varios meses. Las laceraciones graves en la vagina y el recto pueden provocar disfunción del suelo pélvico, prolapso , problemas de excreción, dificultad para orinar y relaciones sexuales incómodas. Debe discutir estos síntomas con su médico.
¿Cómo puedo evitar un desgarro vaginal durante el parto?
Durante el parto, trate de mantener posiciones de baja presión en los intestinos y el suelo vaginal, como acostarse de lado o hacer sentadillas rectas. Las manos apoyadas en las rodillas e inclinadas hacia adelante pueden reducir el riesgo de desgarro del perineo.
4 a 6 semanas antes del parto, masajee el perineo durante 10 a 15 minutos al día. Masajee regularmente la parte inferior de la vagina con un lubricante que pueda ablandar los tejidos, haciendo que estos músculos sean más flexibles.