La lactancia materna es la mejor forma de que su bebé absorba los nutrientes desde los primeros meses de vida. Sin embargo, mientras amamanta, experimentará un pecho estirado y, con el tiempo, puede provocar grietas e incluso sangrado en los senos. aFamilyToday Health le brinda consejos de inmediato para ayudarlo a aliviar rápidamente el dolor y recuperar pronto la piel suave de los "montículos".
Usa tu leche para aplicar en los pezones.
Exprime un poco de leche y deja que se seque de forma natural en tus pezones, la leche materna puede hacerte sentir menos doloroso, la leche también contiene agentes antibacterianos naturales que ayudan a curar las grietas. Sin embargo, si su bebé sufre de aftas, no debe usar leche para calmar las grietas, ya que la levadura puede crecer en la leche e infectar la grieta.
Lávese los pezones después de amamantar
La forma simple pero efectiva es lavarse los pezones después de amamantar. Debe lavarse los pezones con un jabón inodoro y eliminar cualquier resto de saliva y leche en polvo y lavarlos suavemente para evitar irritar su piel. Luego enjuague con agua limpia para evitar que quede jabón en sus pezones y seque con un paño suave.
Use algunos ungüentos antibióticos
Si tiene grietas grandes, puede consultar a su médico para que le aplique un ungüento antibiótico en el sitio de la grieta. Elija grasas que sean naturales y no dañinas para los bebés.
Enjuague con agua salada.
Puedes hacer el tuyo con agua salada para limpiar la zona con la grieta. Mezcle media cucharadita de sal en un vaso de agua limpia y remoje los pezones en agua salada durante unos 5 minutos, luego enjuague con agua limpia para eliminar cualquier resto de sal en los pezones.
Toma analgésicos
Si siente demasiado dolor, puede tomar un analgésico adicional como paracetamol o ibuprofeno 30 minutos antes de alimentar a su bebé.
Cambiar de posición para amamantar
Además, también debe intentar sostener al bebé y alimentarlo en una posición diferente. Trate de encontrar una posición para amamantar en la que tanto el bebé como la madre se sientan cómodos y que el bebé pueda prenderse correctamente.
Debe consultar a su médico si las grietas de la piel en la zona del pecho durante la lactancia se prolongan y provocan dolor para tener un diagnóstico y tratamiento adecuados.