Hay una amplia variedad de razones por las que un medicamento en particular pasa de ser un medicamento recetado a una versión de venta libre. Algunas de estas razones son por el bien del paciente; otros son para el bien del fabricante de medicamentos.
Por ejemplo, la publicidad de medicamentos de venta libre tiene estándares mucho más bajos para informar a los consumidores sobre los posibles efectos secundarios, las interacciones entre los medicamentos y las nuevas investigaciones. Esto es posible porque los medicamentos recetados están regulados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), mientras que los medicamentos de venta libre están regulados por la Comisión Federal de Comercio de los EE. UU. (FTC), que aplica estándares más bajos sobre la base científica de la seguridad y la eficacia.
Hacer un medicamento de venta libre también puede facilitar que las compañías farmacéuticas pongan sus productos directamente en manos de los consumidores sin la "interferencia" de los médicos a través de la publicidad directa al consumidor.
Pero antes de empezar a ver los medicamentos de venta libre como arriesgadas adquisiciones de efectivo por parte de compañías farmacéuticas codiciosas, hay varios hechos a considerar sobre el proceso de convertir un medicamento recetado en un medicamento de venta libre.
En el lado positivo, ser de venta libre hace que sea más fácil para los consumidores obtener el medicamento. Si está ocupado, encontrar tiempo para ver al médico solo para obtener una receta para tratar la acidez estomacal o el reflujo puede ser una molestia.
Cualquiera sea la razón por la que un fabricante en particular decide fabricar un medicamento de venta libre en lugar de prescripción médica, el proceso es el mismo.
Primero, el medicamento debe calificar para su uso sin receta. Por lo general, a los medicamentos se les niega el estado de venta libre si no se pueden usar de manera segura sin instrucción o supervisión, si crean hábito o tienen un potencial demasiado grande para producir efectos secundarios dañinos. Para que un medicamento cambie a un formulario con receta o de venta libre, debe pasar por la "revisión de medicamentos de venta libre".
Esto se puede hacer a través de un panel de revisión profesional no gubernamental que evalúa la tasa de éxito del medicamento, así como sus riesgos, para determinar si debe estar disponible sin receta. También se puede hacer enviando una nueva solicitud de medicamento. Durante este proceso, los fabricantes del medicamento envían investigaciones y pruebas de que el medicamento es apropiado y seguro para la autoadministración.
En ambos casos, la FDA considerará si los pacientes podrán lograr los resultados deseados sin poner en peligro su seguridad. Si por alguna razón la FDA determina que esto no es posible, no se permitirá que el medicamento se venda sin receta. Ningún medicamento es completamente seguro, pero la decisión de la FDA se basará en un análisis de riesgo-beneficio.
En caso de duda, la FDA se pondrá del lado de la seguridad del paciente. Es por eso que puede estar bastante seguro de que su medicamento de venta libre será seguro.
Pero recuerde, el hecho de que esté autorizado para su uso sin receta no significa que no sea potencialmente dañino: todas las sustancias biológicamente activas tienen efectos secundarios. Asegúrese de consultar con su médico o farmacéutico cuando comience cualquier régimen de tratamiento de venta libre y siga cuidadosamente las instrucciones de uso del medicamento.