La alimentación a base de plantas puede ayudar con una amplia variedad de afecciones gastrointestinales. Una dieta rica en fibra, vitaminas y minerales puede ayudar a prevenir la aparición y progresión de estas enfermedades comunes.
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Reflujo ácido: en esta afección, parte del contenido ácido del estómago fluye hacia el esófago. Comer más plantas alivia los niveles de ácido al disminuir o eliminar la proteína animal (que es más difícil de digerir) de la dieta.
Una dieta a base de plantas también mejora la eliminación de desechos del cuerpo al aumentar la ingesta de fibra y eliminar los alimentos que pueden causar un aumento en los niveles de ácido en el estómago. Cuantas más verduras haya en su dieta, menos inflamación obtendrá del tracto digestivo superior porque las plantas (especialmente las verdes) neutralizan los niveles de ácido.
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Síndrome del intestino irritable (SII) y enfermedad inflamatoria intestinal (EII): el SII se caracteriza por dolor abdominal crónico, malestar, distensión abdominal y alteración de los hábitos intestinales. La EII es un grupo de afecciones inflamatorias del colon y el intestino delgado.
La alimentación a base de plantas puede curar los intestinos. Puede ayudar a estabilizar el azúcar en sangre, promoviendo así niveles estables de insulina y reduciendo la inflamación. Permite una ingesta más equilibrada de ácidos grasos esenciales (más omega 3 y omega 9 que omega 6), que disminuyen la inflamación en el cuerpo.
El aumento de fibra en una dieta a base de plantas mejora la eliminación de desechos del cuerpo, lo que promueve la eliminación de toxinas dañinas. La alimentación a base de plantas a menudo es alcalinizante (en comparación con la carne, los cereales, los lácteos y el azúcar convencionales, que forman ácido), lo que también ayuda a reducir la inflamación y crea un entorno en el que las bacterias dañinas mueren de hambre y las bacterias beneficiosas prosperan.
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Enfermedad celíaca: la enfermedad celíaca es un trastorno autoinmune del intestino delgado que se presenta en personas genéticamente predispuestas de todas las edades. Se asocia con dolor y malestar en el tracto digestivo. El consumo de plantas y granos sin gluten puede ayudar a una persona con enfermedad celíaca a prevenir brotes, malestar e hinchazón.
Cuando elimina el gluten de su dieta, es fundamental encontrar sustitutos y cereales alternativos que sean curativos. La eliminación de los productos lácteos y la carne, que son inflamatorios, también es fundamental para la curación intestinal. Los alimentos vegetales también son ricos en enzimas que ayudan a la digestión, una ventaja adicional para las personas con enfermedad celíaca.