La alimentación emocional suele ser una alimentación inconsciente, lo que significa que realmente no piensa en lo que está comiendo o por qué. Puede asestar un gran golpe a su hábito de comer emocionalmente si tiene en cuenta los alimentos que elige a lo largo del día. Esta conciencia le permite tomar decisiones en lugar de simplemente usar el piloto automático y comer lo que haya a su alrededor.
A continuación se presentan algunas sugerencias para ser más consciente de lo que come todos los días:
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Lleve un diario de alimentos. Un diario de alimentos te hace más consciente de tus elecciones en el momento. Muchas personas descubren que comen menos inconscientemente cuando anotan lo que comen con regularidad.
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Preste mucha atención a sus señales de hambre y saciedad. Lo crea o no, su cuerpo tiene su propio sistema de control de peso incorporado, que puede describirse como hambre y saciedad (sentirse lleno).
Su cuerpo le dice literalmente cuándo comer y cuándo detenerse. Para que no pierda las señales, su cuerpo incluso va un paso más allá al hacer que se sienta hambriento si espera demasiado para comer y lleno cuando come demasiado. Prestar atención a estas señales puede ayudarlo a controlar su peso de manera más efectiva.
Ignorar las señales de hambre y saciedad de su cuerpo es muy fácil de hacer cuando está comiendo por emociones, porque a menudo se necesita más comida para sentirse emocionalmente satisfecho que físicamente lleno . Juega el juego completo contigo mismo y presta mucha atención cuando te sientas cómodamente lleno. Cuando lo haga, es hora de probar el comportamiento saludable pero auto gratificante que eligió.
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Reduzca la velocidad y sea consciente del sabor y la textura. Con toda la prisa, prisa, prisa de la sociedad actual, la gente tiende a devorar la comida rápidamente, lo que puede empeorar la alimentación emocional. ¿Porque preguntas? Porque cuanto más rápido coma, más comida necesitará para sentirse emocionalmente satisfecho.
¡Comer no es una carrera! Reduzca la velocidad y realmente preste atención a la comida que está comiendo. Disfruta de su sabor y textura de forma pausada. Cuando lo hace, descubre que descubre la satisfacción emocional más rápido y con menos comida.
Pruebe este enfoque con unos M & M's o una onza de chocolate. Dedique todo el tiempo que pueda a dejar que el caramelo se derrita en su boca en lugar de simplemente masticarlo, tragarlo y agarrar un poco más. ¡Descubrirá que "necesita" muchos menos dulces de los que pensaba!