Para mantenerse kosher, debe seguir las leyes dietéticas judías, que son un precepto básico del judaísmo. Las reglas para mantener kosher dividen los alimentos en tres categorías principales: lácteos, carne y pareve. Mantener kosher significa nunca consumir carne y productos lácteos en la misma comida. Debe asegurarse de que sus productos lácteos no contengan productos cárnicos.
La mayoría de los productos lácteos son kosher, a menos que contengan carne. Tenga cuidado con estos productos lácteos no kosher:
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Queso duro: un paso frecuente en el proceso de elaboración de quesos duros, como el parmesano, implica el uso de un producto llamado cuajo para ayudar a coagular la leche. Tradicionalmente, el cuajo es un producto animal y se considera carne, por lo que su presencia hace que el queso no sea kosher.
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Gelatina: la gelatina se elabora a partir de huesos de animales. Los productos lácteos elaborados con otras formas de gelatina incluyen la gelatina kosher en su lista de ingredientes, como en esta figura.