La fibra es clave para que las tuberías gastrointestinales se muevan sin problemas, lo cual es especialmente importante si tiene enfermedad celíaca o si es sensible al gluten.
Cuando las personas abandonan el gluten y sus dietas consisten principalmente en harinas sin gluten como las harinas de arroz y papa o tapioca, a veces corren el riesgo de tener muy poca fibra en sus dietas. Si va a utilizar harinas, intente incorporar harina de lino, montina, garbanzo y amaranto en su cocina. Tienen mucha más fibra que el arroz blanco o incluso el integral.
La dieta más saludable que le asegura una ingesta adecuada de fibra es el enfoque que más se asemeja a la dieta que comían sus antepasados, que es rica en frutas y verduras sin almidón. Algunas buenas opciones de alimentos incluyen manzanas, kiwis, plátanos, aguacates, tomates, repollo, brócoli, espinacas y coles de Bruselas.