Hay varios tipos de pruebas de gluten disponibles; algunos se utilizan comercialmente y otros están diseñados para uso del consumidor. Algunas pruebas comerciales son tan sensibles que pueden detectar tan solo 5 ppm (partes por millón). Varios fabricantes de productos sin gluten los utilizan para garantizar la pureza de sus alimentos.
Las pruebas caseras de gluten generalmente funcionan de manera muy similar a una prueba de embarazo casera: una serie de líneas aparecen en una pequeña varita para darle una lectura. Para disolver el gluten, se mezcla la comida con un poco de líquido en un tubo. Luego, usa un peine pequeño para colocar el líquido en la varita, que es aproximadamente del tamaño de un bolígrafo grande y plano. El líquido fluye a través de una "ventana" de prueba y, en unos cinco minutos, aparecen líneas para indicar si el alimento contiene gluten.
La prueba casera puede detectar trigo, triticale, centeno y algunas cantidades de cebada. La sensibilidad del kit para el hogar es de 75 a 100 ppm para la mayoría de las muestras, y es probable que los kits del futuro detecten niveles aún más bajos.