Llevar una dieta de bajo índice glucémico puede ayudar en la lucha contra las enfermedades cardíacas. La enfermedad cardíaca adopta muchas formas diferentes, todas las cuales afectan al corazón de diferentes maneras. ¿El único hilo común? Si es lo suficientemente grave, cualquier forma de enfermedad cardíaca puede interferir con el bombeo de soporte vital de su corazón.
Un ejemplo de cómo el enfoque de bajo índice glucémico puede ayudar a la salud del corazón se relaciona con los triglicéridos. Muchos alimentos con alto contenido de azúcar son de alto índice glucémico. Demasiados de estos alimentos (y su efecto sobre el funcionamiento de la insulina y el azúcar en sangre del cuerpo) pueden elevar los niveles de triglicéridos, lo que representa un mayor riesgo para el corazón.
La investigación ha sido un poco contradictoria, pero un promedio de las respuestas de 37 estudios publicados en el American Journal of Clinical Nutrition muestra que seguir una dieta de bajo índice glucémico tiene un beneficio constante para la salud del corazón.
Específicamente, los hallazgos demuestran que comer una dieta de bajo índice glucémico aumenta el colesterol HDL (bueno) y reduce los triglicéridos. Este resultado puede deberse a la disminución de la ingesta de la mayoría de los alimentos azucarados o al aumento de la ingesta de alimentos ricos en fibra; de cualquier manera, es algo bueno.
Las grasas saludables y la fibra siguen siendo una parte importante del panorama general del corazón saludable. No te olvides de ellos. En su lugar, integre información sobre un estilo de vida de bajo índice glucémico en lo que ya sabe sobre la buena nutrición y la salud del corazón.
Si tiene factores de riesgo de enfermedad cardíaca, como colesterol alto (o HDL bajo) o triglicéridos altos y desea probar una dieta de bajo índice glucémico para ayudar a disminuir estos factores de riesgo, aquí hay algunos consejos:
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Elija carbohidratos de bajo índice glucémico en las porciones adecuadas para las comidas y los refrigerios.
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Consuma alimentos con alto contenido de nutrientes y bajo índice glucémico, como frutas, verduras y cereales integrales.
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Evite las grasas trans y limite su consumo de grasas saturadas (piense en cortes de carne con alto contenido de grasa y productos lácteos enteros).
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Aumente su consumo de fibra con el objetivo de comer de 25 a 35 gramos por día. ¿No estás seguro de cuánto es eso? Bueno, considere que un gran pan integral tiene un promedio de 3 a 4 gramos de fibra en cada rebanada.
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Aumente sus porciones de frutas y verduras de cinco a nueve porciones por día.
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Consuma muchos ácidos grasos omega-3, que se encuentran en el pescado, las nueces y las semillas de lino. Nota: Los pescados grasos como el salmón, el atún y el fletán son mejores fuentes de omega-3 que las fuentes vegetales.