La dieta Dietary Approaches to Stop Hypertension (DASH) está diseñada para ayudar a que los riñones funcionen de la mejor manera. Si bien una dieta occidental típica proporciona mucha más sal y mucho menos potasio de lo que los riñones debían soportar, DASH intenta devolver ese equilibrio a un estado más natural.
Lo hace reduciendo en gran medida la sal agregada y aumentando las frutas y verduras ricas en potasio. Al volver a equilibrar los niveles de potasio y sodio, la presión arterial mejora.
DASH también puede ayudar a reducir su riesgo de cálculos renales. Estas colecciones cristalinas de minerales se crean en los riñones y luego viajan por los uréteres, a menudo atascándose en el camino, creando un dolor insoportable. Cualquier cosa que pueda aumentar la excreción urinaria de calcio, oxilato o ácido úrico aumenta el riesgo de cálculos renales. Los factores de riesgo de cálculos renales incluyen:
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Deshidratación: beba suficiente agua al día
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Fructosa excesiva (que se encuentra en el azúcar de mesa, el jarabe de maíz con alto contenido de fructosa, la miel, el néctar de agave y otros azúcares agregados en alimentos procesados y bebidas azucaradas; los jugos de frutas también son una fuente principal)
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Una dieta rica en proteínas.
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Demasiada sal
Aunque la fructosa es el azúcar que se encuentra naturalmente en la fruta, es mejor comer más fruta entera y mantener los jugos en porciones pequeñas, como de 4 a 6 onzas.
Aunque algunos cálculos renales se componen principalmente de calcio, una dieta rica en productos lácteos en realidad reduce el riesgo de este tipo de cálculos, y la adición de más verduras a la dieta ayuda a mantener el cuerpo más alcalino.
Un estudio de la Escuela de Salud Pública de Harvard encontró que las personas cuyas dietas eran más consistentes con DASH tenían un 45 por ciento menos de probabilidades de desarrollar cálculos en comparación con aquellas cuyas dietas eran menos parecidas a DASH.
Muchas dietas populares lo alientan a comer muchos alimentos ricos en proteínas. Aunque DASH ofrece una cantidad saludable de proteínas (el 18 por ciento de las calorías provienen de alimentos ricos en proteínas), no se excede. Eso es importante porque una dieta rica en proteínas puede empeorar la enfermedad renal.
Si tiene una enfermedad renal, consulte con su médico o dietista antes de realizar cualquier tipo de cambio drástico en su dieta. Su médico puede hacer recomendaciones de proteínas individualizadas y, en algunos casos, es posible que deba limitar los alimentos ricos en potasio. Alternativamente, su médico puede decidir ajustar sus medicamentos para adaptarse a su estilo de vida más saludable.