Al practicar un estilo de vida Paleo, en el que intenta comer como los hombres de las cavernas, es importante diferenciar entre los tipos de calorías que está aportando a su cuerpo. El pensamiento convencional se rige por la teoría de que las personas tienen sobrepeso porque habitualmente comen más calorías de las que pueden quemar.
Según esta teoría, esas calorías adicionales hacen que un individuo tenga sobrepeso y, finalmente, se vuelva obeso. Es una simple ecuación de calorías que entran y calorías que salen. La cantidad de calorías que ingieres sí importa, pero hay mucho más que eso. Aquí hay dos puntos clave que debe comprender:
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Todas las calorías no se crean por igual. Los alimentos que más engordan en el supermercado no son los que tienen más calorías. Los alimentos que más engordan son los que causan estragos en los niveles de insulina y azúcar en la sangre: los carbohidratos de mala calidad.
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La cantidad de calorías totales que consume es menos importante que la calidad de las calorías que consume. Cuando ingiere fuentes concentradas de carbohidratos que provocan una fuerte respuesta de la insulina, aumenta de peso.
Algunos ejemplos de carbohidratos que desencadenan esta respuesta de insulina desfavorable incluyen granos, lácteos, jugos de frutas, refrescos, alcohol, papas y maíz; todos estos se encuentran en la lista de “no” de Paleo.
Cuando come carbohidratos de la lista Paleo “sí”, regula su insulina y almacena menos grasa. Los carbohidratos aprobados por los paleo, como las verduras de hoja verde y otras verduras, están ligados a la fibra, por lo que provocan una baja respuesta de la insulina y el nivel de azúcar en la sangre permanece bajo.
Aunque una caloría no es solo una caloría, es importante comer la cantidad justa. Afortunadamente, viene equipado con un medio natural para determinar cuánto necesita comer en un día determinado, y vivir Paleo lo ayudará a aprovechar ese medidor de calorías innato para que se sienta satisfecho y con energía.