Beber cerveza es fácil, pero evaluarla mientras bebe requiere un poco más de diligencia. Aquí hay un buen proceso paso a paso para evaluar la cerveza como un profesional:
Vierta la cerveza a propósito para crear al menos dos dedos de profundidad de espuma en el vaso.
Crear una espuma decente también crea un bouquet aromático más completo.
Experimente primero el aroma de la cerveza porque los aromáticos se disipan rápidamente.
Observa el color y la claridad de la cerveza.
El color y la claridad de la cerveza cambian de un estilo a otro, así que no espere que todas las cervezas tengan el mismo aspecto.
Al probar la cerveza, intente discernir los distintos sabores de los ingredientes principales: malta, lúpulo, levadura, etc. Tenga en cuenta la fruta y la calidez (si la hay).
Además, preste atención a si la cerveza es dulce, seca o ácida, así como dónde se experimentan esos sabores (anticipo, sabor intermedio, regusto).
Determina el cuerpo y la textura de la cerveza.
El cuerpo puede ser grueso, mediano o delgado; la textura puede ser acuosa, cremosa, masticable, gaseosa, etc.
Reflexiona sobre la cerveza.
Después de probar la cerveza y discernir sus diversos sabores, aromas y texturas, decida si las distintas partes de la cerveza funcionan armoniosamente para crear una bebida agradable.