El protocolo de prueba más ampliamente aceptado para la enfermedad celíaca (básicamente, la incapacidad para digerir el gluten) incluye un análisis de sangre seguido de una biopsia intestinal, aunque no hay una ciencia exacta detrás del diagnóstico.
Es posible que le realicen las siguientes pruebas en busca de un diagnóstico:
-
Análisis de sangre
-
Biopsias
-
Análisis de orina
-
Pruebas de heces
-
Pruebas genéticas
El diagnóstico real viene después de las pruebas: con los resultados. Los resultados de su prueba a veces son fáciles de interpretar y otras veces son imposibles. Por un lado, hay falsos negativos y ocasionalmente falsos positivos. Los falsos negativos pueden deberse a varios factores:
-
No comer suficiente gluten antes de la prueba puede afectar la cantidad de anticuerpos que produce.
-
Las pruebas que no incluyen los cinco análisis de sangre pueden dejar un anticuerpo desapercibido.
-
Aproximadamente del 5 al 10 por ciento de las personas no producen los anticuerpos que indican celiaquía.
-
Los niños pequeños no siempre producen suficientes anticuerpos para mostrar una respuesta.
-
Un sistema inmunológico comprometido puede debilitar la respuesta de anticuerpos.
-
En las etapas iniciales de sensibilidad o enfermedad, es posible que aún no haya producido suficientes anticuerpos o muestre otros signos de la enfermedad .
Algunas personas dan negativo en algunas o en todas las pruebas, pero descubren que no se sienten bien cuando comen gluten. Tal vez tenga falsos negativos, o tal vez el gluten simplemente no le sienta bien. En pocas palabras: si te hace sentir mal, ¡no te lo comas!