Secar las hierbas al aire es fácil y la solución perfecta para guardar las hierbas frescas. Las hierbas que usted se seca a menudo tienen un sabor superior a las hierbas secas que puede comprar en la tienda.

1Si estás cosechando hierbas de un jardín, corta los tallos, no las recojas, dejando una pulgada o dos más para atarlas en racimos.
Coseche las hierbas por la mañana después de que se haya secado la humedad de las hojas.
2 Enjuague las hierbas rápidamente sumergiéndolas en un recipiente con agua fría y sacudiendo el exceso de agua.
Sécalos dando golpecitos con una toalla de papel, asegurándote de que estén completamente secos para evitar el moho.

3 Ata los tallos de las hierbas cerca de la parte cortada del tallo en pequeños manojos (no más de cinco o seis tallos) con hilo o hilo de algodón.
No mezcle sus racimos de hierbas porque los sabores se transfieren durante el proceso de secado.

4Cuelgue las hierbas en una habitación cálida (la cocina funciona bien).
Si puede, cuelgue las hierbas cerca de una ventana orientada al sur y fuera de la luz solar directa. Si no puede, coloque el paquete de hierbas atado en una bolsa de papel (que protege las hierbas de la luz) con agujeros o hendiduras para que circule el aire, luego cuelgue la bolsa en una habitación cálida.