Aunque suene simple, sentirse bien es realmente importante. Cuando no te sientes bien, todos los demás aspectos de tu vida se desequilibran: no puedes ser tu yo óptimo, ni personal ni profesionalmente. Afortunadamente, tienes un as bajo la manga: una nutrición adecuada. Usted tiene control sobre su dieta todos los días y puede elegir lo que se lleva a la boca.
La elección de una dieta basada en plantas puede ser extremadamente poderosa en su búsqueda por mantenerse saludable. Es posible que después de hacer el cambio a esta dieta, empiece a sentirse mejor, a perder peso, a tener más energía ya dormir mejor.
Control de peso
Cambiar de alimentos de origen animal a vegetales significa que consume mucha menos grasa saturada y menos calorías densas que pueden conducir a un aumento de peso. Las calorías y los nutrientes que provienen de los alimentos de origen vegetal hacen mucho más por usted, en términos de ayudar con el metabolismo y muchas funciones del cuerpo.
Al comer más fibra y alimentos ricos en nutrientes, generalmente no come tanto de una sola vez. Esto puede alentarlo a comer con más frecuencia, lo cual es increíble para perder peso. La carne y los productos lácteos son pesados y están llenos de grasas saturadas y contienen calorías. Una dieta a base de plantas es magra y eficiente, lo que le impide ingerir alimentos que simplemente se convierten en grasa.
Las personas a veces se obsesionan con el hecho de que seguir una dieta basada en plantas significa consumir más carbohidratos. Eso puede ser cierto, pero no necesariamente significa que aumentará de peso.
La clave es elegir carbohidratos con alto contenido de fibra y muchos otros nutrientes. Tu cuerpo los digerirá bien y los usará como energía. Usted aumenta de peso a partir de los carbohidratos cuando come más allá de sus necesidades o cuando come carbohidratos elaborados a partir de granos refinados.
Cuando lleve una dieta a base de plantas, asegúrese de elegir carbohidratos complejos (como quinua, batatas, manzanas y copos de avena) que sean ricos en vitaminas, minerales y proteínas, y disfrútelos con moderación. Manténgase alejado de los carbohidratos simples (como azúcares, panes y pastas hechas con granos refinados). Si sigue esas pautas generales, aún puede alcanzar sus objetivos de peso.
Energía y vitalidad
A los pocos días de consumir más frutas y verduras de hoja verde, se sentirá con más energía. Esto se debe al contenido de agua de estos alimentos, que hidrata su cuerpo, proporcionando a sus células más oxígeno (en comparación con la carne), y también se debe a la fuerza vital que atraviesa estos alimentos.
Están llenos de vitaminas y minerales que se infunden directamente en su sistema sanguíneo, ayudando a su cuerpo a desintoxicarse y rejuvenecerse. Los alimentos pesados de origen animal, como la carne y los lácteos, pueden abrumarlo, disminuir su energía y cansarlo. Los alimentos de origen vegetal son más ligeros y fáciles de digerir.
Mejor calidad de sueño
Cuando comes mejor, duermes mejor. Cuando nutre su cuerpo durante el día con comidas regulares a base de plantas, es posible que, con el tiempo, descubra que la calidad de su sueño es mejor. Muchos alimentos vegetales, como las verduras de hoja verde que son ricas en magnesio y calcio, pueden ayudar al cuerpo a relajarse para un sueño tranquilo.
Otros alimentos de origen vegetal, como los cereales integrales, ayudan al cuerpo a producir serotonina, que tiene un efecto calmante en el cuerpo. Comer una dieta basada en plantas no significa necesariamente que duerma más, solo que duerma mejor. De hecho, es posible que necesite dormir menos.
Si tiene problemas para dormir, pruebe con una tostada de plátano, avena o mantequilla de almendras. Estos alimentos tienden a ayudar al cuerpo y al sistema nervioso a relajarse por la noche al hacer que el cuerpo libere las hormonas necesarias para un sueño reparador. También puede intentar beber té de hierbas, como manzanilla, raíz de kava o raíz de valeriana, porque tiene un efecto sedante en el cuerpo y puede ayudar a conciliar el sueño.