Ya sea que pueda comer usted mismo o comprarlo enlatado, los alimentos enlatados tienen el potencial de estropearse. Para evitar enfermarse con los alimentos enlatados que se han echado a perder, tenga cuidado con estos signos de un producto en mal estado:
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Una lata o tapa abultada o un sello roto
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Una lata o tapa que muestra signos de corrosión.
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Alimentos que rezuman o se filtran debajo de la tapa del frasco
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Gasesidad, indicada por pequeñas burbujas que se mueven hacia arriba en el frasco (o burbujas visibles cuando abre la lata)
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Alimentos que se ven blandos, mohosos o turbios
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Alimentos que desprenden un olor desagradable o desagradable al abrir el frasco
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Salpicaduras de líquido de la lata o frasco cuando lo abres
La intoxicación por botulismo puede ser fatal. Debido a que las esporas del botulismo no tienen olor y no se pueden ver, no siempre se puede saber qué frascos están contaminados. Si sospecha que un frasco o lata de comida está en mal estado, nunca, nunca, nunca lo pruebe. Deseche la comida de manera responsable.