Dejar de fumar es algo que todos los médicos recomiendan. Los médicos hacen esas recomendaciones por motivos de salud en general, pero ¿dejar de fumar afecta algo tan específico como el reflujo ácido? ¡La respuesta es sí! De hecho, no es solo el acto de fumar lo que tiene un vínculo con el reflujo, sino el tabaco en sí.
Cualquier forma de tabaco, desde cigarrillos hasta puros, pipas, mascar o rapé, puede desencadenar el reflujo ácido. Por lo tanto, reducir (y, con suerte, dejar el tabaco por completo) no solo puede reducir la intensidad de sus síntomas, sino que también puede eliminar el reflujo de su vida por completo.
¿Qué tienen exactamente el tabaquismo y el tabaco que pueden causar reflujo ácido y aumentar su gravedad?
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Aumento de la producción de ácido: se ha demostrado que la nicotina aumenta la producción de ácido del estómago. Más ácido estomacal significa una mayor probabilidad de que parte de ese ácido salga del estómago hacia el esófago.
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Presión reducida del LES: una vez más, la nicotina es el principal culpable, porque reduce la presión en el esfínter esofágico inferior (LES). Cuando el LES es demasiado laxo, permite que el ácido del estómago suba hasta la garganta. No bueno.
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Esófago irritado: se ha demostrado que el humo del tabaco irrita e inflama el revestimiento del esófago, provocando e intensificando esa sensación de ardor tan familiar.
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Reducción de la producción de saliva: la saliva es realmente buena para reducir el reflujo ácido: cuanta más saliva, menos reflujo ácido. La saliva contiene un neutralizador de ácido llamado bicarbonato, que puede ayudar a minimizar el daño a su esófago. El tabaco ralentiza la producción de saliva, lo que le quita algo de protección.
La mayoría de las investigaciones que examinan el impacto del tabaco en el reflujo ácido se han centrado en fumar, pero la nicotina, que está presente en todas las formas de tabaco, también puede aumentar el reflujo y amplificar sus síntomas. Desafortunadamente, esto significa que cambiar a un parche o chicle de nicotina no necesariamente reducirá sus síntomas de reflujo.
Sin embargo, esta medida detendrá el daño que el humo le causa al esófago y disminuirá el riesgo de enfermedades pulmonares, cardíacas y cáncer. Por lo tanto, no dude en cambiar a parches o chicle, especialmente si es el primer paso en su camino para dejar el tabaco por completo.
El tabaco también puede aumentar la cantidad de daño que el reflujo ácido causa al esófago. No solo es más probable que sufra efectos a largo plazo, como inflamación crónica o incluso cáncer de esófago, sino que su cuerpo tardará más en sanar de lo que le tomaría a alguien que no fuma.
Incluso una pequeña reducción en la cantidad que fuma puede tener un impacto positivo en sus síntomas de reflujo. Lo más emocionante es que podría comenzar a notar una diferencia solo unos días después de reducir o dejar de hacerlo.
Es importante tener en cuenta que dejar de fumar no garantiza la eliminación del reflujo. Algunos médicos sostienen que fumar solo tiene un impacto moderado. Pero incluso si dejar de fumar no cura totalmente su reflujo ácido, existen suficientes beneficios médicos para que este cambio valga la pena.