Los alimentos transgénicos comenzaron a aparecer en las noticias en las décadas de 1980 y 1990. Estos alimentos se elaboran cuando los científicos insertan ADN extraño de plantas o animales en células que cambian los rasgos de la planta o el animal. Algunos alimentos transgénicos se cultivan para que sean resistentes a herbicidas y pesticidas. Otros cambios pueden incluir aumentar la velocidad con la que un animal llega a la madurez o reducir los signos de deterioro del producto.
De hecho, una empresa acaba de recibir la aprobación de la FDA para cultivar salmón modificado genéticamente para que crezca más rápido. A los ecologistas les preocupa que este salmón pueda escapar de sus lugares de reproducción y contaminar las poblaciones de salmón salvaje.
Muchos científicos afirman que, debido a que hemos consumido alimentos transgénicos durante más de una década y no se han descubierto efectos graves para la salud, los alimentos transgénicos son seguros. Pero algunas enfermedades tardan mucho más de una o dos décadas en aparecer. Las pruebas en alimentos transgénicos están controladas por las empresas propietarias de las patentes de los genes, y no se han realizado pruebas por más de tres meses.
La mayoría de los cultivos de maíz, soja, canola y remolacha azucarera que se cultivan en los Estados Unidos están modificados genéticamente. Esa es solo una de las razones por las que le decimos que evite los aceites elaborados con estos alimentos y una razón más por la que es importante evitar el azúcar. Solo compre los siguientes alimentos en su forma orgánica: harina de maíz, edamame, tofu, miso, palomitas de maíz y tortillas de maíz.
Uno de los problemas causados por los cultivos transgénicos ha sido el aumento de la cantidad de herbicidas que los agricultores utilizan en sus cultivos. Desde 1992, el uso de glifosato, el ingrediente del herbicida Roundup, ha aumentado en más de 200 millones de libras. Esto ha provocado una epidemia de supermalezas que se han vuelto resistentes a los herbicidas, lo que a su vez ha obligado a los agricultores a aplicar más y diferentes herbicidas. Y el ciclo continúa.
La mayoría de los defensores de los consumidores creen que cualquier alimento que contenga cultivos transgénicos debe etiquetarse para que los consumidores puedan elegir lo que comen. Grandes corporaciones están luchando contra estas etiquetas y muchas iniciativas de votación que requieren estas etiquetas han fracasado.
Todo lo que puede hacer es evitar comer aceite de maíz, soja o canola y tratar de evitar los alimentos con una etiqueta, especialmente los alimentos altamente procesados. Y edúquese sobre este tema para que pueda votar en los referéndums cuando aparezcan en la boleta.