La gran C es una propuesta aterradora. Las probabilidades de desarrollar cáncer de esófago por reflujo ácido y enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) son bastante escasas, pero sus probabilidades de sobrevivir a una batalla contra ella también son escasas. Cada año, alrededor de 18.000 personas serán diagnosticadas con cáncer de esófago y alrededor de 15.000 morirán a causa de él.
Tipos de cáncer de esófago
El cáncer de esófago generalmente se forma inicialmente en el tejido que recubre el esófago. Puede tener varias causas, pero el reflujo ácido a largo plazo o RGE) lo pone en un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad. Hay dos tipos principales de cáncer de esófago:
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Carcinoma de células escamosas, que comienza en las células planas que recubren el esófago
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Adenocarcinoma, que comienza en las células que producen y liberan moco y otros líquidos en la parte superior del estómago, donde se une al esófago.
Ambos tipos de cáncer son graves y tienen una alta tasa de mortalidad.
El cáncer ocurre cuando las células dañadas o mutadas comienzan a reproducirse y diseminarse. A medida que las células se diseminan, forman tumores. Si no se controlan, pueden continuar propagándose a otras partes del cuerpo. Es importante tener en cuenta que el cáncer se puede formar en cualquier parte del esófago, pero con mayor frecuencia se desarrolla en la parte inferior del esófago.
Debido a que la parte inferior de su esófago está expuesta a más ácido estomacal cuando tiene reflujo, es comprensible que esta área tenga más probabilidades de sufrir daños graves. Cuanto más a menudo se dañe y tenga que repararse por sí mismo, mayor será el riesgo de mutación cancerosa.
Cómo se diagnostica el cáncer de esófago
Aparte de las personas diagnosticadas con esófago de Barrett, es difícil identificar otros grupos de alto riesgo. El reflujo y la ERGE aumentan su riesgo, pero las probabilidades de desarrollar cáncer de esófago como resultado siguen siendo bastante bajas. Los exámenes de detección no se realizan de forma rutinaria.
Esto se debe a los costos asociados con los procedimientos que diagnostican el cáncer de esófago y a que no está claro qué grupos están en alto riesgo. Para diagnosticar el cáncer de esófago, es probable que su médico realice una endoscopia o una radiografía de bario.
Consulte con su médico si tiene algún indicio de que tiene cáncer de esófago. El crecimiento del tumor canceroso puede bloquear o cerrar parte del esófago, lo que dificulta comer o beber. En algunos casos, dependiendo de la ubicación del tumor, también puede afectar su capacidad para respirar. También puede causar hemorragia esofágica.
En algunos casos, puede provocar una pérdida de peso grave, ya que le resulta más difícil tragar alimentos o líquidos. En otros casos, puede erosionar el esófago y crear un túnel hacia la tráquea, llamado fístula traqueoesofágica, que puede provocar ataques de tos cada vez que traga.
Hay cuatro etapas diferentes de cáncer. Cuanto mayor sea el número de estadio, más difícil será el tratamiento de su cáncer. Esto no significa que no sobrevivirá si tiene cáncer en etapa IV, pero sí significa que se enfrentará a una batalla seria.
En el estadio I, el cáncer se encuentra solo en las capas superiores de las células que recubren el esófago. En el estadio II, el cáncer se ha diseminado más profundamente en el revestimiento del esófago y es posible que se haya diseminado a los ganglios linfáticos cercanos. En el estadio III, el cáncer se ha diseminado profundamente en la pared del esófago, así como en los tejidos circundantes, posiblemente incluyendo otras partes del cuerpo.
En el estadio IV, el cáncer se ha diseminado a otras partes del cuerpo, lo que dificulta mucho su tratamiento.
Cuanto antes contraiga el cáncer, mayores serán sus posibilidades de supervivencia. Por lo tanto, no se pierda su examen físico anual y asegúrese de buscar consejo médico sobre sus síntomas de reflujo ácido o ERGE, especialmente si nota que cambian en frecuencia o gravedad.