La comida afroamericana, a veces llamada comida para el alma, combina las preferencias alimentarias y los métodos de cocción de los esclavos africanos con los ingredientes y el combustible disponibles que se encuentran en los Estados Unidos. Cocinar a fuego lento con muchas verduras y carnes, comer muchas verduras, combinar frutas y carnes en los platos principales y freír carnes y verduras fueron tradiciones culinarias traídas a los Estados Unidos.
En ese momento, sus alimentos, que contenían demasiada grasa, colesterol, azúcar y sal, no perjudicaron a los esclavos abusados y con exceso de trabajo porque sus necesidades energéticas diarias eran tan grandes. Hoy en día, la población afroamericana más sedentaria sufre una de las mayores incidencias de obesidad y diabetes, sin mencionar la hipertensión arterial y las consecuencias de esas enfermedades. A medida que disminuyeron sus necesidades energéticas, los afroamericanos no redujeron su ingesta de calorías.
El término comida para el alma también apunta al lugar central de comer en la población afroamericana. En los barrios de esclavos, la preparación y el intercambio de buena comida ayudó a los esclavos a mantener su humanidad, ayudando a aquellos incluso menos afortunados que ellos, que podrían no haber tenido ningún alimento.
Debido a que no tenían otras posesiones materiales, la comida se convirtió en el único símbolo de riqueza que no se les quitó. También sirvió como foco de la creatividad y expresión artística de la esclava.
Pero la gente no tiene que abandonar la comida del alma. Los cocineros afroamericanos en casa y los chefs en restaurantes han aprendido a usar todos los ingredientes saludables, como frutas, verduras y granos, con cantidades mucho más pequeñas de grasa, azúcar y sal.
Usan especias en lugar de sal de formas muy creativas para resaltar el sabor de sus ingredientes frescos. Las carnes son más magras y usan claras de huevo en lugar del huevo entero. También evitan freír tanto como sea posible.
Las implicaciones psicológicas de los alimentos en la población afroamericana significan que cambiar de alimentos menos saludables a alimentos más saludables requiere un cambio de mentalidad. Los cocineros afroamericanos pueden ser tan creativos o incluso más con ingredientes saludables. El uso de menos grasa, menos sal y menos azúcar es esencial, pero otros ingredientes deben ocupar su lugar.
Hay que modificar las cantidades de alimentos, y este puede ser el cambio más difícil, dada la importancia de los alimentos como símbolo de riqueza y para compartir. Las personas deben comer menos pasteles, tartas y galletas y encontrar formas de preparar frutas de manera creativa para reemplazar los productos horneados dulces.