La sandía es un elemento básico de muchos picnics y comidas al aire libre de verano. La próxima vez que esté en el puesto de productos agrícolas del vecindario, tenga en cuenta estos consejos para asegurarse de seleccionar el melón más maduro y jugoso para su disfrute de comer y escupir semillas.
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Verde y no granulada: busque una sandía que sea de un exuberante color verde y tenga rayas de color verde oscuro. La piel, o cáscara, debe tener una textura suave que esté casi libre de grumos y protuberancias.
Manténgase alejado de una sandía con la piel magullada, agrietada o abollada.
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Duro y grueso: la cáscara debe sentirse dura cuando la presiones con los dedos en algunos lugares. Cuando recoja el melón, debe sentir que pesa más de lo que debería para su tamaño.
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Hueco y cosechado a tiempo: cuando golpeas la sandía con los nudillos o las yemas de los dedos, debe sonar un poco hueco por dentro. Dale la vuelta al melón para asegurarte de que tenga un lado más plano que sea amarillento o de color crema. Este es un buen indicador de que la sandía permaneció plantada el tiempo suficiente para alcanzar la madurez completa. No se cosechó demasiado pronto.
Después de recolectar una sandía, deja de madurar. Por lo tanto, vale la pena dedicar unos minutos más a elegir un melón que esté en la cima de su jugosidad sabrosa.