
Haga del aceite de oliva una de sus principales fuentes de grasas en lugar de la mantequilla u otras grasas saturadas.
De hecho, consumir aceite de oliva todos los días (de 3 a 4 cucharadas) se ha correlacionado con una disminución del 50 por ciento en la necesidad de medicamentos para la presión arterial. El ingrediente mágico pueden ser los polifenoles, que son antioxidantes que ayudan a relajar el revestimiento de los vasos sanguíneos, reduciendo efectivamente la presión arterial.

Consuma alimentos reales mínimamente procesados, como frutas frescas, verduras, nueces, semillas y cereales integrales.
Debido a que la gente del Mediterráneo se apega a los alimentos que se cultivan localmente, obtienen más de las cosas buenas, como antioxidantes, fibra y potasio, sin aditivos que contengan sodio, lo que facilita el aumento de la presión arterial.
El potasio es un mineral importante en el cuerpo que ayuda a regular la contracción muscular y el funcionamiento normal del corazón. Los favoritos mediterráneos que contienen mucho potasio incluyen mandarinas, aguacates, batatas, frijoles blancos y pescado, como el salmón.

Ser activo.
Aunque no está exactamente relacionado con la dieta, la gente del Mediterráneo se llena de actividad física. Andar en bicicleta y caminar están más arraigados en su cultura que el transporte público. La Asociación Estadounidense del Corazón recomienda realizar aproximadamente 30 minutos diarios de actividad para mantener el corazón fuerte y bombear sangre de manera eficiente.
Si no hace ejercicio con regularidad, tómelo con calma. No necesita ejercitarse vigorosamente para beneficiarse de lo que la actividad tiene para ofrecer. ¡Empiece por dar un paseo por el vecindario o tomar una clase de ejercicios divertida para mantener el interés y mantenerse involucrado!