No toda la chía es igual. Las semillas de chía requieren condiciones de crecimiento muy específicas para que las semillas tengan un alto contenido de ácidos grasos omega-3, proteínas y otros nutrientes. Las condiciones climáticas, la cantidad de luz solar y la temperatura son solo algunos de los factores en juego para garantizar que las semillas cosechadas sean altamente nutritivas.
Luego están las técnicas de recolección y limpieza utilizadas. Estas técnicas difieren enormemente de un productor de chía a otro y contribuyen a la calidad de las semillas de chía resultantes.
La diferencia de apariencia entre la chía de buena calidad y la chía inferior es muy leve, a menos que sepa lo que está buscando. Debido a la diferencia de valor nutricional entre la chía buena y la chía inferior, vale la pena saber qué buscar cuando compra.
Las semillas de chía de alta calidad miden aproximadamente 2 mm de largo y son de color blanco o negro. Pueden ser de color gris oscuro o blanco cremoso, pero nunca son marrones.
Si ves chía que tiene muchas semillas marrones, no la compres. Las semillas marrones son inmaduras, no tienen los altos niveles de ácidos grasos omega-3, proteínas o antioxidantes que se esperan de la chía.
En general, la chía de buena calidad contiene principalmente semillas negras con algunas semillas blancas moteadas entre ellas. Sin embargo, hay todas las semillas blancas disponibles, que son de alta calidad y tan nutritivas como las negras. Siempre que la chía que compre no tenga semillas marrones o tenga muy pocas semillas marrones, puede estar seguro de que está comprando semillas completamente maduras que están llenas de los nutrientes que espera.