Una dieta basada en plantas no se trata de cuánto come; se trata de lo que comes. De hecho, la cantidad que ingieres es irrelevante. Esto puede sorprenderlo, dado que la mayoría de las dietas se centran tanto en el tamaño de las porciones, las calorías y los gramos de proteína. ¿Por qué? Porque restringir la comida y las calorías no es la clave para la salud.
Se trata de lo que hay en la comida, de qué está hecha y qué hay en esa receta o caja que cuenta. Necesita estar tan conectado con su comida que se obsesione con los ingredientes y lo que hay en sus comidas, en lugar de cuánto pesa su plato. De hecho, puede comenzar a sentirse más ligero con solo saber que puede dejar de lado ese concepto aquí y ahora.
Adhiérase a la salud y descubra cómo la alimentación basada en plantas enriquece su "guardarropa nutricional" con todos los colores, texturas y características que aportan las plantas.
Intente concentrarse en comer los alimentos en su forma completa, no en un paquete. Trate de introducir al menos un alimento nuevo a la semana durante la transición y, al mismo tiempo, elimine los alimentos procesados.