Si desea completar sus galletas con un glaseado dulce y cremoso y que se vean tan bien como saben, simplemente siga estos prácticos consejos para asegurarse de que sus esfuerzos de glaseado sean un éxito:
-
Asegúrese de que las galletas estén completamente frías antes de aplicar el glaseado o se derretirá.
-
Prueba la consistencia del glaseado. Si es demasiado espesa, diluya con unas gotas de agua.
-
Use una espátula pequeña de hoja flexible o compensada o una espátula de goma para aplicar el glaseado. Empuje desde el centro de la galleta hacia los bordes.
-
Trabaja rápido para que la formación de hielo no se seque y comience a fraguar antes de que termines.
-
Mantenga su espátula limpia entre aplicaciones de glaseado sumergiéndola en una taza de agua tibia. Seque la espátula antes de volver a colocarla en el recipiente de glaseado.
-
Use glaseado en un cono de pastelería de papel pergamino o una bolsa de pastelería de plástico para aplicar colores de acento y diseños como puntos, líneas, garabatos y bordes. La limpieza es muy sencilla porque estas herramientas son desechables.
Asegúrese de que el glaseado esté completamente seco antes de guardar las galletas heladas. Son mejores cuando se almacenan por no más de 2 semanas a temperatura ambiente en un recipiente herméticamente cerrado entre capas de papel encerado. Si se almacenan durante más tiempo, la formación de hielo puede comenzar a ablandar las cookies.