Tener diabetes puede hacer que salir a comer en un restaurante sea todo un desafío. Puede ser difícil encontrar alimentos aptos para la diabetes, pero cada vez más los restaurantes canadienses ofrecen opciones de alimentos más saludables. Aquí hay algunas estrategias que puede seguir para que comer fuera de casa sea una experiencia saludable, no dañina:
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Elija alimentos en las cantidades adecuadas de los diferentes grupos de alimentos.
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Resista la tentación de ser "de gran tamaño".
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Pregunte a los camareros qué tan grandes son las porciones. Si las porciones son grandes, pruebe una de las siguientes opciones:
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Comparta la porción con su compañero de cena
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Come la mitad y llévate la otra mitad a casa para el almuerzo del día siguiente.
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Ordene la porción del tamaño de un "almuerzo" para su cena
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Ordene una porción para niños.
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Evite los buffets de "todo lo que pueda comer".
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Cuando pida una ensalada, pida aderezos bajos en calorías como aceite y vinagre para que pueda elegir la cantidad que desea poner.
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Solicite ver la información nutricional y observe el contenido de las distintas opciones de alimentos que está considerando. Además, a menudo los menús de los restaurantes tienen símbolos que le permiten saber cuáles son las opciones de alimentos más saludables.
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Asegúrese de que los camareros presten atención cuando pida un refresco “dietético”.
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Pida alimentos horneados, al vapor o asados, platos a base de tomate, pollo a la parrilla o pescado (sin rebozar).
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Para los sándwiches, elija pollo, pavo, pastrami o jamón de la Selva Negra. Pida que le agreguen más lechuga, tomates u otras verduras. Si se usa mayonesa, pida mayonesa light y pídales que la apliquen a una sola pieza de pan. Elija un panecillo, pan de pita o pan integral de grano entero.
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De postre, pida una pieza de fruta o una ensalada de frutas.