Esta comida rápida es perfecta para la ajetreada temporada navideña. Tírelo después de una tarde de compras navideñas y sírvalo con una ensalada. Fusilli es la forma de pasta perfecta para agarrar esta salsa de cebolla caramelizada.
Un wok grande es el recipiente ideal para saltear la gran cantidad de cebollas. Necesita controlar su tiempo en esta receta. La pasta debe estar terminando al mismo tiempo que termina la salsa. Esta sincronicidad hará el mejor uso de su tiempo y producirá los mejores resultados.
Fusilli con Cebolla Caramelizada y Aceitunas Kalamata
Tiempo de preparación: 5 minutos.
Tiempo de cocción: 30 minutos.
Rendimiento: 2 porciones
4 tazas de cebollas amarillas o blancas en rodajas
5 cucharadas de aceite de oliva
2 dientes de ajo picados
1 cucharadita de tomillo
1/4 taza de vermú seco
Sal y pimienta para probar
1/4 taza de aceitunas kalamata picadas
1/2 libra de pasta fusilli
Queso parmesano al gusto
Saltee las cebollas y el ajo en aceite de oliva en una sartén grande de fondo grueso y lados profundos a fuego medio. Mantenga el fuego lo suficientemente bajo para permitir que las cebollas se ablanden lentamente y no se quemen. Revuelva con frecuencia.
Pasados unos 20 minutos, añadir el tomillo y poner a hervir el agua de la pasta con sal; cocinar la pasta. Después de unos 30 minutos, las cebollas deben estar blandas y caramelizadas. Enciende el fuego a alto y agrega el vermut. Cocine por 2 minutos, revolviendo constantemente. Sazone con sal y pimienta y agregue las aceitunas.
Agregue un poco de agua caliente de la pasta para aflojar la salsa, comenzando con 1 o 2 cucharadas, escurra la pasta y agregue la pasta a las cebollas. Mezcle y sirva; pasar el queso y un molinillo de pimienta.
Volver a agregar agua de pasta a una salsa es un procedimiento que se hace "al sentir". Comience con una cucharada o dos, agregando más si la salsa parece necesitarlo. Tu sabrás. Desea una textura de salsa que combine bien con la pasta, no demasiado fina para que se deslice y no tan firme para que no se pueda mezclar con la pasta.
Es preferible el vermú seco, pero un vino blanco seco también está bien.
Por porción: Calorías 796 (de grasa 351); Grasa 39 g (saturada 5 g); Colesterol 0 mg; 485 mg de sodio; Hidratos de carbono 97 g (fibra dietética 8 g); Proteína 16g.