Si el estofado que preparó no fue todo lo que esperaba, es posible que pueda solucionar el problema del guiso (o, al menos, hacer que el problema sea menos notorio). Un estofado puede salir mal de varias formas, y cada una tiene sus propias soluciones posibles:
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Sabor plano: agregue sal y pimienta. O pruebe un poco de jerez o Madeira.
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Duro: cocínalo por más tiempo. La cocción adicional rompe el tendón de los cortes de carne musculosos. Es posible que desee retirar las verduras del plato con una espumadera para evitar que se cocinen demasiado.
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Quemado en la parte inferior: Saque con cuidado la porción no quemada del estofado en una olla separada. Agregue agua o caldo para estirar el guiso si es necesario, y agregue jerez y una cebolla picada.
La dulzura de una cebolla puede enmascarar muchos errores.
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Demasiado delgado: Mezcle 1 cucharada de harina con 1 cucharada de agua. Mezclar esta mezcla con 1 taza de líquido de guisado y devolver a la olla con el resto del guiso. Revuelva bien. Calentar lentamente hasta que espese.