El ejercicio puede ser de gran ayuda para quienes padecen reflujo ácido. ¿Qué personas que sufren de reflujo pueden beneficiarse más del ejercicio? Aquellos que tienen sobrepeso.
El ejercicio promueve un peso saludable, y un peso saludable es importante para prevenir la acidez estomacal y reducirla en las personas que ya la padecen. El exceso de peso ejerce demasiada presión sobre el esfínter esofágico inferior (EEI) y esa presión puede causar reflujo ácido.
Las personas con sobrepeso tienen muchas más probabilidades de sufrir reflujo ácido que las personas que tienen un peso saludable. Para alcanzar o mantener un peso saludable, todo depende de las calorías que ingresan y las calorías que salen. Consuma menos calorías y queme más calorías, y perderá peso (a menos que tenga una afección extremadamente rara, como un trastorno de la tiroides).
Sin embargo, no todas las formas de ejercicio son ideales para quienes padecen reflujo.
Los siguientes tipos de ejercicio pueden ser problemáticos:
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Ejercicios abdominales, como abdominales
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Aeróbicos
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Saltar la cuerda
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Baile de alta actividad, como break dance, Zumba o cualquier cosa que te haga girar o operar a una frecuencia cardíaca muy alta
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Artes marciales, como karate o judo.
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Corriendo
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Cualquier cosa que te ponga boca abajo, como hacer una parada de cabeza en el yoga o tocarte los dedos de los pies
Si nota un aumento de los síntomas de reflujo durante o después de estos tipos de actividad, modifique la actividad o sustitúyala. Si estas actividades no le dan problemas, por supuesto, ¡puede seguir haciéndolas!
Entonces, ¿cuál es la forma perfecta de ejercicio para quienes padecen reflujo? No hay ninguno. Depende totalmente de su condición y de su forma física. Sin embargo, la siguiente rutina funcionará para muchos de ustedes. Ajuste según sea necesario teniendo en cuenta su nivel de actividad.
Día 1: Durante 20 minutos, camine a paso ligero.
Día 2: durante 30 minutos, realice un baño ligero o haga estiramientos o ejercicios de calistenia (como levantamientos de brazos o levantamientos de piernas muy suaves).
Día 3: Durante 20 minutos, camine a paso ligero.
Día 4: Durante 30 minutos, nade o haga ejercicios de estiramiento o calistenia.
Día 5: Durante 20 minutos, camine a paso ligero.
Día 6: Durante 30 minutos, nada ligero o haz estiramientos o calistenia.
Día 7: Durante 20 minutos, camine a paso ligero.
Vale la pena dedicar tiempo a una rutina como esta. Te ayudará a sentirte mejor en general y te ayudará a quemar el exceso de peso que puedas tener. El exceso de peso aumenta la presión sobre el EEI, y esa presión es un desencadenante del reflujo. ¡Elimine ese riesgo! Si este plan le parece intimidante, comience modestamente reduciendo los tiempos a la mitad o haciendo los ejercicios muy lentamente.