La pérdida de sueño es la queja más común de las personas que tienen acidez de estómago. El sesenta por ciento de los estadounidenses con reflujo ácido crónico informan que experimentan acidez estomacal durante la noche.
Donna, una mujer de 55 años, es un ejemplo perfecto de cómo el reflujo ácido puede afectar los patrones de sueño. Durante los últimos años, Donna ha estado luchando contra la acidez estomacal nocturna debido a su reflujo ácido. En una semana típica, experimenta síntomas de reflujo dos o tres veces, generalmente unas horas antes de acostarse.
Acostarse cuando sus síntomas empeoran no es una opción, a menos que Donna decida que el ácido le quema la garganta y la nariz es algo que quiere. Acostarse aumenta la intensidad de sus síntomas hasta el punto en que dormir es lo último que tiene en mente. Ninguna cantidad de antiácidos o medicamentos marca la diferencia. Para descansar, tiene que dormir erguida en una silla reclinable.
Donna tiene la idea correcta, porque la gravedad puede ser una de las formas más efectivas de combatir el reflujo ácido nocturno. Cuando se acuesta después de comer, es más fácil que el ácido del estómago suba por el esófago. Elevar levemente la cabeza y los hombros permite que la gravedad ayude a mantener el ácido bajo, lo que a menudo reduce la acidez estomacal.
Intente levantar la cabecera de su cama unas 6 pulgadas. Colocar bloques o almohadas debajo del colchón puede ser la forma más eficaz de hacerlo. Este enfoque no siempre es una opción, especialmente si tu pareja no sufre de reflujo o si duermes en una cama de agua. Si no puede elevar la cabecera de su cama, es posible que desee invertir en una almohada de cuña especialmente diseñada.
Apilar almohadas regulares es una opción, pero asegúrese de crear una inclinación nivelada hasta las caderas; de lo contrario, ejerce una tensión excesiva en el cuello y los hombros y aprieta el abdomen, lo que aumenta la presión del estómago y promueve el reflujo.

También puede intentar dormir sobre su lado izquierdo. Acostarse sobre el lado izquierdo ayuda a que el estómago se vacíe al colocar el flujo de salida del estómago hacia abajo, lo que reduce la probabilidad de que experimente síntomas de reflujo.